Solidaridad y mujeres
Esfuerzos como la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer han dado frutos, pero el trecho todavía es largo
Gabriel García Márquez dijo que las mujeres sostienen el mundo en vilo para que no se desbarate mientras los hombres tratan de empujar la historia. En efecto, ellas han sostenido pero también empujado, sólo que en condiciones mucho más adversas y padeciendo, millones de ellas, absurdas condiciones de violencia física, psicológica, emocional, sexual y económica, en formas tan diversas como golpes, amenazas, vejación, autoritarismo, indiferencia y exclusión.
Pese al progreso del siglo XXI, muchas son las regiones de México y el mundo donde las mujeres siguen siendo consideradas personas de segunda, sin considerar que cubren dos tercios de las horas laborales del mundo y producen la mitad de los alimentos del planeta. Según los indicadores de desarrollo del Banco Mundial, ellas conforman la población más pobre del mundo, poseen menos de 1% de la propiedad mundial y sus percepciones apenas representan la décima parte de los ingresos globales.
Esfuerzos como la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer han dado frutos en el planeta, pero el trecho todavía es largo. En México, la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia busca coordinar acciones en todos los niveles de gobierno para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres. Adicionalmente, el Sistema de Indicadores de Género (SIG) del Instituto Nacional para las Mujeres (Inmujeres), que preside Lorena Cruz, afirma que 47% de las mexicanas de 15 años o más ha sufrido algún incidente de violencia por parte de su pareja, y uno de cada cinco con experiencia de trabajo reconoció haber sido víctima de algún incidente de discriminación laboral ya sea por recibir menor sueldo o tener menos oportunidades que un hombre en su mismo nivel, o por su edad, estado civil o embarazo. Cifras negativas se observan también en materia de violencia comunitaria, sexual y patrimonial.
Los esfuerzos oficiales para combatir este grave problema son, a todas luces, insuficientes. En el más reciente Reporte Global de Brecha de Género (2014) del Foro Económico Mundial, México perdió 12 lugares para ubicarse en la posición 80 (entre 142 países). Además, según la encuesta de Gabinete de Comunicación Estratégica, siete de cada 10 consultados consideran que los esfuerzos del gobierno mexicano para prevenir este problema son deficientes e incluso pésimos.
Como contrapeso, contamos con la afanosa labor de organizaciones civiles nacionales e internacionales, como la Asociación para los Derechos de la Mujer y el Desarrollo (AWID), el Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (Cladem), Equality Now, Ya Basta de Violencia contra la Mujer, Católicas por el Derecho a Decidir, entre otras. El tema merece agenda pública, solidaridad e impulso.
Compromiso HeForShe
La igualdad de género no es sólo un asunto de las mujeres, sino un tema de derechos humanos que requiere nuestra participación. Desde este espacio me comprometo a emprender acciones contra todas las formas de violencia y discriminación que enfrentan mujeres y niñas.