Gran desafío para legisladores el PBC
Existen 889 programas federales; se desconoce cuántos se eliminarán
LA CREACIÓN del Presupuesto Base Cero (PBC) será un gran desafío político para la nueva Legislatura, sobre todo porque se tendrán que eliminar o fusionar algunos de los 889 programas que dependen del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), indicó Pedro Moreno.
El director general del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados aseveró que la discusión y aprobación del PBC implicará un gran reto político en virtud de que los recursos para los beneficiados serán ajustados.
“Hay programas sociales que tienen más de 30 años recibiendo un subsidio y con este presupuesto lo dejarán de percibir. Por tanto, se prevé que los grupos sociales ejerzan presión política para que no desaparezcan”, reconoció.
En entrevista con El Economista, mencionó que para el 8 de septiembre -cuando el Ejecutivo entregue el Paquete Económico del 2016-, se darán a conocer los programas que serán eliminados o fusionados; hoy se desconoce el número de programas que podrían dejar de existir.
“No se sabe a cuántos programas podría quedarse, lo que hemos visto es que en los últimos 15 años se percibió un disparo en la creación de programas de 200 a casi 900. Muchos de éstos duplicaban tareas o son obsoletos”, refirió.
De acuerdo con información del Portal de Transparencia, el gobierno registra 889 programas federales, de los cuales 865 programas son fi- nanciados con gasto programable y 24 con gasto no programable.
Entre las dependencias que se considerarían para hacer ajustes se encuentran la Secretaría de Educación Pública (SEP), Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).
Actualmente, la SEP cuenta con 58 programas registrados en el Portal de Transparencia Presupuestaria, mientras que la Sedesol, 25; la Sagarpa, 26, y la Sedatu registra 27.
Moreno reiteró que ante el nuevo panorama económico mundial que enfrenta México, y que afecta a las finanzas públicas, principalmente por los bajos precios del petróleo, es pertinente iniciar una revisión profunda del gasto público.
Y sostuvo que la ejecución del PBC fue la mejor opción que pudo elegir el gobierno federal, ya que no se podía incrementar más la deuda del país o bien incrementar los impuestos.
“El PBC se debe ver como una oportunidad en el sentido de que debemos ajustarnos a menores ingresos para hacer que el gasto sea más eficiente y que con esta reestructura el gobierno pueda cumplir sus objetivos”, aseguró Moreno.
Además, refirió que para el 2016 es muy probable que el gobierno contrate las coberturas petroleras, pero éstas no serán tan generosas como las del 2015. Ello, dijo, generará que se haga un recorte mayor al gasto público que se estimó para el próximo año de 135,000 millones de pesos.
“Se ha pensado que el recorte de 135,000 millones podría incrementar debido a que no se contará con las coberturas petroleras para solventar los ingresos faltantes, dependiendo de los ingresos tributarios se definirá si hay o no un recorte adicional”, acotó.
De acuerdo con un análisis del CEFP, la reingeniería del gasto público, desde una perspectiva del Presupuesto Base Cero, es una opción para mejorar la calidad del mismo, toda vez que podría permitir romper con la tendencia inercial en la asignación de los recursos.
En el pasado, refirió, se ha hecho un esfuerzo por simplificar la estructura programática del PEF, pero no se ha contenido el crecimiento del gasto público.
Por ende se requieren instrumentos y técnicas de presupuestación que permitan canalizar los recursos a programas y proyectos con mayor rentabilidad social y mayor rentabilidad económica para el país.