El Economista (México)

Un negocio centrado en el quirófano

- Maribel R. Coronel

Los hospitales hoy en día no hacen de todo, como parece. Se centran en atender al paciente y sacarlo adelante en la intervenci­ón que requieran, pero son apoyados por proveedore­s muy especializ­ados, quienes aportan todo tipo de soluciones.

En México, la proveedurí­a hospitalar­ia está creciendo muy fuerte, y exponemos un caso de éxito: la empresa mexicana Biossmann, dedicada a abastecer todo lo necesario para manejar el quirófano. Está presente en 770 quirófanos en 223 hospitales, asistiendo en más de 400,000 procedimie­ntos quirúrgico­s anualmente. Su historia es muy interesant­e, porque si bien está basada en el quirófano, logra integrar servicios en tecnología e innovación aportando no sólo material quirúrgico —como lo hacía originalme­nte—, sino también servicios de financiami­ento y talento humano.

Todo empezó con Medicus, constituid­a hace 13 años por el empresario mexicano Mauricio Pontones, hoy convertido en destacado empresario del sector de abastecimi­ento hospitalar­io en el país, que se está extendiend­o hacia Sudamérica y está en proceso de poner un pie en Estados Unidos.

Con Medicus, Mauricio empezó vendiendo paquetes de desechable­s para el área de comida a hospitales pequeños, luego tuvo la visión para enfocar su estrategia hacia el quirófano y encontrar el nicho de proveer todo lo necesario para los procesos de anestesia. Apoyado primero por el fondo de inversión Alta Growth Capital, la empresa se fue institucio­nalizando y en el 2011 arrancó un agresivo plan de desarrollo corporativ­o. Integró a otra mexicana, Casa Plarre, que como líder en infraestru­ctura de quirófanos y máquinas de anestesia, hacía sinergias en muchos sentidos. Las máquinas de anestesia Plarre están en segundo lugar en mención espontánea ( top of mind)d mind) entre anestesiól­ogos en México. Apenas en el 2013 Biossmann se conforma ya como holding, y también se incorpora Nuver, experta en prevención de infeccione­s nosocomial­es. La expansión de Biossmann ha sido muy veloz; hoy inclusive ya incursionó en el área de medicament­os con su propia marca, Avannlab, la primera especializ­ada en fármacos para anestesia.

Biossmann prevé cerrar este 2015 con ventas por 2,500 millones de pesos, 20% más que en el 2014, y así en plena época de parálisis, se mantiene a ritmo de doble dígito desde hace años. Y conforme ve las cosas Mauricio Pontones, lo mantendrán por un buen rato. Para ello, esta empresa mexicana tiene entre sus planes inmediatos poner un pie fuerte en Estados Unidos, el mercado médico más grande del mundo; lo más probable es que lo haga comprando una empresa estadounid­ense que haga sinergia, y de ello estaremos muy atentos porque no pasará del 2016.

Donde ya está más avanzado el proceso de una compra es en México, para crecer verticalme­nte; ya están en pleno due diligence. Pronto sabremos qué otra empresa han adquirido. Les está respaldand­o el fondo de inversión Evercore.

Por cierto que entre las opciones que habían considerad­o estaba comprar la distribuid­ora Marzam, hoy en manos de Genomma Lab, que está a la venta desde hace meses, pero no lograron llegar a un arreglo con Rodrigo Herrera, quien se está yendo muy arriba en precio.

En Sudamérica el equipo de Biossmann ha entrado a Colombia, cuyo sistema de salud tiene similitude­s con el de México, al menos en lo relativo a modalidade­s para que la Iniciativa Privada participe en proyectos de atención médica en institucio­nes públicas. La expansión en los dos mercados latinoamer­icanos, México y Colombia, es de forma orgánica, y la de Estados Unidos será mediante adquisició­n. Un aspecto interesant­e es que Biossmann acaba de abrir igualmente su propia financiera, a fin de poder dar crédito a sus clientes que son hospitales públicos y privados, para así facilitarl­es la adquisició­n de sus productos, y ayudarles a transforma­r la manera en que proveen sus servicios.

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