Banxico acorta a entre 1.9 y 2.4% el rango del PIB 2015
Para el 2016 proyecta un crecimiento del PIB de entre 2.5 y 3.5 por ciento. Condiciones externas de la economía no ayudaron a mantener expectativas.
POR PRIMERA vez en un par de años, el Banco de México (Banxico) no recortó su pronóstico esperado de crecimiento para la economía, y estrechó, como se preveía, el intervalo estimado de expansión de 1.9 a 2.4 por ciento.
La proyección previa era de un crecimiento que podía fluctuar entre 1.7 y 2.5 por ciento.
Durante la presentación del Informe Trimestral, Agustín Carstens, gobernador del Banxico, reconoció que “es una buena noticia no bajar el rango”, pero invitó a no caer en la complacencia para preservar el ambiente de confianza que, afirmó, sí persiste sobre la economía mexicana.
“Tomando en consideración el complejo entorno internacional y las perspectivas de que éste prevalezca en el futuro, es crucial mantener un marco macroeconómico sólido en México. Para ello, además de ajustar la postura monetaria, de ser necesario, es indispensable: concretar los esfuerzos recientemente planteados en el ámbito fiscal y continuar implementando adecuada y oportunamente las reformas”, enfatizó.
Para el año entrante mantuvo sin cambio su pronóstico de una expansión del Producto Interno Bruto (PIB) entre 2.5 y 3.5% y también por primera vez anticipan una proyección para dentro de dos años, esto el 2017, cuando estimaron que las condiciones internacionales favorecerán para que la economía alcance un crecimiento de entre 3 y 4 por ciento.
ECONOMÍA MUNDIAL NO AYUDÓ
El banquero central reconoció que el crecimiento esperado es inferior a las expectativas que “se tenían” hace un par de años. Explicó que se debe considerar que las condiciones externas no han sido las esperadas.
“Ciertamente es un crecimiento más bajo del anticipado hace algunos años; es menor al que a todos nos gustaría ver y al que podría aspirar el país, pero sin duda no podemos hacer una abstracción al considerar que también el crecimiento de la economía mundial ha sido mucho menor al anticipado hace años”, destacó.
De acuerdo con el banco central, hay sectores de la economía mexicana que “no han terminado de despegar”, lo que mantiene a la brecha del producto por debajo de su potencial al mes de agosto.
TRANSICIÓN EN ENERGÉTICOS
Sobre el hecho de que México mantiene el único registro de inflación en los energéticos entre los 34 miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que, en contraste, traen deflaciones, el banquero central reconoció que “México está en un proceso de transición en política de precios de energéticos y de gasolina”.
“Lo importante es fijarse hacia dónde vamos y el valor de lo que terminó legislando el Congreso de la Unión con la regla de precios para el 2017, en una clara transición (…) hacia un precio de mercado”, indicó.
Estamos transitando de un precio determinado administrativamente, refirió, hacia un precio de mercado. Y se está buscando “que la transición sea lo más suave posible”.
“El arreglo que se obtuvo en materia de gasolinas (para el año entrante) es muy bueno porque limita los riesgos al alza en materia de presiones inflacionarias, es un mecanismo adecuado y pertinente el que se está estableciendo, ya que en el 2018 el precio de la gasolina será mucho más flexible”, dijo.
INFLACIÓN, EN 3% HASTA EL 2017
De acuerdo con el banquero central, la depreciación del peso frente al dólar ha tenido un efecto limitado en la inflación y fijación de precios.
Sí se está reflejando en precios de bienes durables, admitió, pero no ha rebasado hacia otros segmentos, incluyendo las expectativas de inflación que, aseguró, se mantienen bien ancladas.