Un acercamiento al Caribe
El miércoles tuve el honor de participar en un nuevo congreso de telecomunicaciones del Caribe, Caricam 2016, organizado por Informa. Una región poco mencionada en los congresos latinoamericanos del sector. Sin embargo, siempre he sostenido la diversidad de esta región, constituida por 33 mercados con herencias culturales disímiles y un marco legal heterogéneo.
Parte de la ignorancia que existe hacia esta importante región del hemisferio parte de su ya mencionada fragmentación y del pequeño tamaño de la gran mayoría de sus mercados. En otras palabras, cuesta muchísimo trabajo lograr penetrar una región que apenas sobrepasa los 40 millones de habitantes. Pero el Caribe también puede servir como una ventana al futuro debido a los altos niveles de innovación tecnológica de varios de sus mercados. Por ejemplo, en varias islas nos encontramos que los niveles de penetración de fibra óptica al hogar (FTTH, por su sigla en inglés) fácilmente sobrepasan 50%, siendo el líder indiscutible de este renglón Barbados, con más de 85% de los hogares con FTTH y alrededor de 106% de penetración de servicios de banda ancha móvil.
Si lo que interesa son los niveles de penetración deservicios móviles, nos encontramos con alrededor de 12 mercados que sobrepasan 150%, siendo Antigua y Barbuda el que ronda 200% de penetración móvil. También es una de las regiones con mayor número de cables submarinos de fibra óptica y si lo que nos interesa es la rápida adopción de nuevas tecnologías nos encontramos que las primeras redes de LTE y LTE Avanzado de América Latina surgieron en Puerto Rico en el 2011 y 2014, respectivamente.
Claro que en la región existen mercados donde la comercialización de servicios de telecomunicaciones es muy compleja, como lo es el caso de Haití y otros donde la selva se presenta como un obstáculo para brindar conectividad a poblaciones aisladas de las principales urbes metropolitanas, como es el caso de Guyana, Surinam y la Guyana Francesa. La buena noticia es que precisamente esta variedad de realidades es la que puede contribuir ejemplos de cómo rentabilizar servicios que ya han alcanzado niveles de saturación en el mercado. El pequeño tamaño de muchas de las islas del Caribe implica que la adopción de nuevas tecnologías suceda de manera más acelerada que en el resto del hemisferio. Es por tal razón que cuando se habla de diversificar servicios, consolidación y buscar maneras de monetizar la presencia de nacionales en otras partes del mundo nos encontremos con modelos de negocio más exitosos en el Caribe que en América Latina.
Por ejemplo, mientras los operadores latinoamericanos aún intentan obtener beneficios de sus emigrantes a Estados Unidos y Europa, el operador surinamés Telesur ha podido mantener exitosamente la operación de un operador móvil virtual en los Países Bajos. Este paíscuenta con una red de cerca de 80 radio bases de LTE para ofrecer servicios fijos de banda ancha, apoyándose en enlaces de punto-a-punto en la banda de 3.5 GHz para ofrecer backhaul. Traduciendo: en las zonas donde la red de cobre o fibra óptica del operador no tiene presencia, Telesur utiliza distintas tecnologías inalámbricas para llevar su servicio a los usuarios.
No quisiera terminar sin tocar el aspecto regulatorio, pues todo lo anterior que he comentado se ha centrado en la oferta de servicios o estrategias operativas de los operadores. Precisamente en el Caribe tenemos la única entidad de regulación supranacional de las Américas. En otras palabras, se ha creado un regulador de telecomunicaciones con jurisdicción en cinco países independientes de las Antillas Menores: ECTEL. La Autoridad de Telecomunicaciones del Caribe Oriental (su nombre en español) es la máxima autoridad en materia de telecomunicaciones para Dominica, Granada, Santa Lucía, San Kitts y Nevis y San Vicente y Granadinas.
Tan cerca que queda el Caribe y tan lejos que estamos en conocimiento de todo lo que no sean playas o bebidas exóticas.
*/ Jose F. Otero es director de 5G Americas para América Latina. Esta columna es a título personal.