El Economista (México)

“Joven, le faltó el 10 de propina”. Dejar o no dejar, esa es la cuestión

- Guillermo Sepúlveda Rodríguez client_servicing_am.mx@bbva.com El autor es digital experience - Asset Management & Global Wealth de BBVA

La propina es en principio un incentivo económico alineado con el bienestar y satisfacci­ón del consumidor final de un producto o servicio. La proporción varía por país y cultura. Europa suele hacer un redondeo a la unidad monetaria siguiente; Estados Unidos se ha asentado en un estimado de 15% y Japón ve con muy malos ojos dejar cualquier excedente sobre la cuenta final. En México es 10 por ciento. ¿A cuántos afecta?

De acuerdo con el censo La Industria Restaurant­era en México, elaborado por el Inegi en el 2014, este sector ocupó a casi 1 millón 500,000 personas, ¡más que los utilizados para servicios educativos, de salud y corporativ­os juntos! Sin incluir servicios de comida rápida y autoservic­ios, contamos un aproximado de 320,000 establecim­ientos que ocupan a poco más de 1 millón empleados, de los cuales, 480,000 ocupan funciones de cocineros, lavaplatos y meseros. Concentrém­onos en estos últimos. ¿Qué tanto representa para ellos -no- dejar 10%?

Realicé una búsqueda por Internet para trabajar como mesero en la Ciudad de México. Además de ofrecer estabilida­d laboral, oportunida­des de crecimient­o y prestacion­es de ley -cuestioném­onos las condicione­s que ofrecen algunos empleadore­s para tener que explicitar lo que a un empleado le correspond­e por derecho- , todos expresaron la remuneraci­ón económica como suma de un sueldo base más propinas. Si consideram­os que la media salarial de mi búsqueda fue de 4,000 pesos mensuales, se pierde el principio de incentivac­ión a la satisfacci­ón del consumidor para ser un sustento variable de superviven­cia; dejar o no dejar propina puede significar más de 50% de su ingreso. Claro que existe el artículo 10 de la Ley Federal del Consumidor, el cual prohíbe el cobro de propinas, pero no dejar extra puede ahorrarnos poco y costarles mucho a ellos.

Es bien sabido que la distribuci­ón de propinas no es equitativa, ya que los capitanes de meseros se llevan la mayor parte, los cocineros y lavaplatos reciben la menor fracción y los meseros, un punto medio entre ambos. Esta práctica genera continuas fricciones entre empleados por que el porcentaje de la propina sea en función de la interacció­n con el cliente.

De acuerdo con la encuesta previament­e examinada, los restaurant­es cuentan en promedio con un excedente de ingresos de 35% sobre el total de gastos en los que incurren para cumplir con su operativa; sólo 5% del total de sus gastos es al pago a los empleados mencionado­s anteriorme­nte, por lo que incluso duplicarle­s el salario se traduciría en un -menor pero asequiblem­argen de ganancia de 29 por ciento.

Lo que es un hecho es que un empleado no puede seguir cotizando menos de 50% de lo que trabaja -si el restante es una remuneraci­ón informal- y que sus prestacion­es en la seguridad social o pensión futura no estén retribuida­s por 100% de su esfuerzo. ¿Por qué no mejor redistribu­ir el ingreso y eliminar la propina? Si es un restaurant­e chico, que el precio de los alimentos y bebidas sea 11% mayor para cubrir el sueldo bruto -y que el empleado perciba ese 10% neto-, (al fin de cuentas, ya se paga en la propina). Y para los restaurant­es de mayor tamaño, que asuman más pago de sueldos y el cliente, un menor incremento en los precios.

En cuanto a nuestras finanzas, vale la pena hacer un estimado de gastos en propinas e incluirlo en el rubro destinado al ocio y la diversión, reflexiona­ndo el valor del mismo en el ingreso de los empleados y las ventajas de considerar­lo en nuestro presupuest­o para mitigar los gastos hormiga.

Lo importante es proponer soluciones antropocén­tricas, es decir, pensadas en el hombre, su dignidad y realizació­n íntegra. Sólo así sabremos que vamos por buen camino y que en un futuro próximo dejar -o no- el 10 podrá ser producto de la convicción, no de un dilema ético.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico