Los retos de la economía mexicana para el 2017
Los mayores retos que tendrá la economía mexicana el próximo año serán, por un lado, la consolidación de las finanzas públicas sanas establecidas por el Ejecutivo y ratificadas por el Congreso a través del Paquete Económico; y por otra parte, el incierto rumbo de las relaciones económicas con nuestro principal socio comercial.
La presentación del Paquete Económico 2017 fue el primer trabajo que tuvo el secretario Meade a su regreso al frente de Hacienda, y contempla por primera vez, desde la crisis del 2007-2008, un superávit de 0.4% del PIB. Lo relevante de esta propuesta, es que la tendencia de los últimos años fue el financiamiento a través del aumento paulatino de la deuda pública.
Si bien no estamos en niveles críticos, es un tema al que se le ha dado un importante seguimiento por parte de los analistas económicos del país; la razón principal es que un incremento en los niveles de deuda ponen en riesgo las calificaciones crediticias que se le otorgan a México.
El manejo adecuado de la deuda también tiene que estar aparejado con planteamientos acertados de reducción de gasto. Lo que no se debe permitir es seguir recortando órganos vitales de la administración pública, se tiene que continuar el trabajo concienzudo que identifique cuáles son los activos ociosos de este gobierno para deshacerse de ellos, cuáles son los programas duplicados y, cuáles son los proyectos que NO están contribuyendo a la meta central de construir un gobierno cercano, moderno, transparente; y, con oportunidades iguales para todos.
En un contexto interno que ya es complicado, habrá que agregarle el componente Trump. El presidente electo habló durante su campaña de medidas de proteccionismo comercial, intenciones de bloqueo a las remesas de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos, además de la arrebatada idea de la construcción de un muro en la frontera que compartimos con ese país, y recientemente, la expulsión de millones de indocumentados, incluidos los mexicanos.
Las medidas proteccionistas entre las que se incluyó la idea de la eliminación del TLCAN, perjudicaría a México, pero seamos claros, tambiéna Estados Unidos; pues los lazos económicos y comerciales de ambas naciones se han fortalecido en los últimos 20 años y nuestro país logró colocarse como el segundo socio de la Unión Americana. Además, cerca de seis millones de empleos del país vecino dependen del comercio con México.
En cuanto a las remesas, la eventual salida de 3 de los 12 millones de migrantes mexicanos que radican en ese país, significaría perder más de 40% de las remesas, con un monto de casi 10 mil millones de dólares, cercano a 1% del PIB de México. Recordemos que ante la precaria situación del salario, las remesas contribuyen positivamente a la pobreza extrema, y también abonan en el tema desigualdad que impera en los países de todos los inmigrantes.
Aunque en pocas semanas ha cambiado el tono del discurso del presidente electo, y muy seguramente, aunque pocos lo reconozcan, el intenso esfuerzo del presidente Peña Nieto por tender puentes ha logrado algunos resultados; habrá que estar muy atentos para que la herramienta de planeación más importante que tenemos, que es el presupuesto público, sirva justamente para asegurar una estrategia ordenada de reinserción social y productiva de las personas repatriadas de Estados Unidos.
Quizás no hemos estimado en su correcta dimensión las repercusiones económicas del resultado de las elecciones americanas, pero sí es obligación de nuestras autoridades hacendarias dirigir correctamente los cartuchos para contener los efectos negativos, y para que este dificil momento, sea una oportunidad de reinventarnos y fortalecer nuevos lazos comerciales. ¡Hasta nuestro próximo encuentro!
*Presidente de la Federación de Colegios de Economistas de la República Mexicana, AC.