EL SENADOR
republicano Marco Rubio mostró “serias preocupaciones” por la nominación de Rex Tillerson para ocupar la Secretaría de Estado. Rubio se comprometió a realizar una investigación “a fondo” sobre los antecedentes de Tillerson y no desaprovechó la oportunidad para lanzar un dardo sobre uno de los rasgos más criticables de Tillerson: los conflictos de interés. “El próximo secretario de Estado debe ser alguien que vea al mundo con claridad moral, que esté libre de conflictos de interés y que tenga muy claro el sentido sobre los intereses de Estados Unidos”, dijo Rubio.
El senador James Lankford opinó de manera similar a Rubio en el sentido de que el pasado de Tillerson tiene que ser “examinado de cerca”, en particular lo relativo a su relación con China, Rusia y Oriente Medio.
Pero no todos los senadores republicanos mostraron inconformidad por la nominación. El líder de la mayoría del Senado Mitch McConnell escribió en un comunicado: “Estoy deseoso de apoyar su candidatura”.
“Un hombre impresionante”, exclamó Bob Corker, presidente del Comité de Relaciones Exteriores.
El senador demócrata Charles E. Schumer dijo que la visión que tiene Tillerson sobre Rusia es compleja para el futuro inmediato de Estados Unidos.
Los vínculos de Tillerson con Rusia se remontan a 1998, cuando fue nombrado jefe de Exxon Neftegas Limited, que estaba a cargo del proyecto de petróleo y gas Sakhalin-1 frente a la costa de Siberia. En el 2011, Tillerson logró un acuerdo que permitía a Exxon acceder a valiosos recursos del Ártico en Rusia, además de posibilitar a la petrolera estatal rusa, Rosneft, invertir en concesiones de Exxon en todo el mundo. Una amistad que ha rendido frutos.