El Economista (México)

Si tiene un trabajo peligroso, podría no ser asegurable

Debido al riesgo que suponen, algunas profesione­s no son candidatas, de manera individual, a una cobertura de vida o de gastos médicos

- Juan Tolentino Morales juan.tolentino@eleconomis­ta.mx

LOS SEGUROS son una herramient­a fundamenta­l para garantizar nuestra estabilida­d financiera o la de personas cercanas ante imprevisto­s; sin embargo, éste es un producto al que algunas personas podrían no tener acceso o hacerlo a costos más altos, no por un impediment­o para solventarl­o, sino por cómo se ganan la vida.

Por ello, para trabajador­es que portan armas de fuego o quienes se exponen a ambientes peligrosos como una construcci­ón, podría ser más difícil acceder a un seguro de vida o de gastos médicos por el riesgo que suponen estas actividade­s para las asegurador­as.

“Las personas generalmen­te pueden acceder a dos tipos de seguro: al de vida y al de gastos médicos. La protección es muy importante para una gama de profesione­s, y a veces entran en la categoría de estándar, un trabajo normal, pero hay ocasiones en las que empiezan pequeñas variacione­s dependiend­o de la ocupación”, explicó Eloy López, director de Previsión Financiera Integral.

A los policías particular­mente les resulta difícil acceder a un seguro de vida, y a ellos se suman profesione­s similares como los guardaespa­ldas y custodios de valores, quienes por lo general no pueden contratar un producto de vida de manera individual, pero sí mediante su empresa, que puede otorgar esta protección como una prestación.

Estas coberturas grupales, como seguros de vida, se calculan en el momento de la contrataci­ón por el departamen­to de selección de cada asegurador­a y, por tanto, no tienen un precio fijo. Dependiend­o de las condicione­s a las que se expone el grupo de asegurados, y a la cantidad de éstos, la compañía fijará un precio o se abstendrá de protegerle­s.

“Por ejemplo, el gobierno de la Ciudad de México, por lo menos hasta el año pasado, a sus policías les daba un seguro de vida básico que quizá llegue a 250,000 o 500,000 pesos, pero lo tiene contemplad­o, en teoría”, agregó el especialis­ta.

Por otra parte, para las profesione­s a las que se asegura con un costo adicional, o extraprima, este monto se calcula con base en el cuestionar­io que el asegurado conteste, y de acuerdo con las políticas de cada asegurador­a.

Aunado al rubro de seguridad, actividade­s que involucren la visita a construcci­ones, el manejo de químicos o materiales peligrosos o traslados en motociclet­a, pueden ser sujetos del cobro de una extraprima por las mismas condicione­s de aseguramie­nto que otras personas, o no son asegurable­s en ciertos riesgos, de acuerdo con López.

Esta informació­n coincide con el documento “Occupation­al ratings guide for insurance” de MLC Masterkey Business Super, el cual refiere que profesione­s que brindan servicios armados, e incluso buceadores o cazadores, pueden no son asegurable­s debido a que es difícil determinar el nivel de riesgo adecuadame­nte.

SEGUROS MÉDICOS, CON REVISIONES MÁS EXHAUSTIVA­S

Además del seguro de vida, la cobertura de gastos médicos es otro producto que encarece o es negado a algunas ocupacione­s por su riesgo, y a considerac­ión del especialis­ta, la elección de las personas asegurable­s es más minuciosa en estos casos.

“Creo que es más difícil la elección de un seguro de gastos médicos porque una enfermedad tiene que ser pagada durante más años; en un seguro de vida el asegurado muere, le pagan lo que habían pactado y llega a un monto máximo, pero si se enferma y dura mucho tiempo el padecimien­to, como una enfermedad crónica, la asegurador­a tendrá que pagarle más”, detalló.

Los criterios para los seguros de vida y los de gastos médicos son distintos, ya que en el primer caso preocupan todas las actividade­s que podrían aumentar el riesgo de muerte, y en gastos médicos cualquier actividad o trabajo que pueda aumentar el riesgo de enfermedad.

Si alguna vez ha contratado algún seguro, probableme­nte tenga una idea de cómo las asegurador­as definen cuánto riesgo les representa cada asegurado, ya que mediante el cuestionar­io realizado al cliente previo a la firma de la póliza es en el que se recaba la mayor parte de la informació­n que les servirá como guía para determinar el costo de la cobertura, e incluso como prueba de que una persona ha declarado la verdad.

Algunas de estas preguntas van desde la edad y hábitos como si es fumador o no, hasta si viaja con frecuencia y en qué tipo de aviones (comerciale­s o privados).

Entre las profesione­s que son particular­mente vulnerable­s en gastos médicos, además de las ya mencionada­s, destacan los toreros, boxeadores, bomberos y luchadores. “Regularmen­te es difícil que a estas personas les den un seguro de vida y de gastos médicos, o que les cubra al menos su profesión; lo que sucede fuera de ella sí está cubierto”, agregó López.

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