Cobertura cero en radio y televisión
Cuando hay elecciones locales en una entidad federativa —acorde al Artículo 41 constitucional que marca las reglas del modelo de comunicación política vigente—, todas las señales de radio y televisión que están ahí domiciliadas y que, por lo tanto, son vistas y escuchadas en su territorio, difunden mensajes de los partidos o candidaturas independientes que compiten por cargos electivos. Esa difusión de mensajes inicia con pautados de 48 minutos diarios desde el inicio de las precampañas y hasta el día en se vota en las urnas, sin excepción, en cada una de las estaciones de radio o canales de televisión correspondientes.
Los medios deben, además de transmitir esas pautas electorales, suspender mensajes de gobiernos o instituciones públicas cuando es periodo de campaña (lo que legalmente se conoce como propaganda gubernamental), salvo contenidos relacionados con protección civil, servicios educativos o de salud.
Por esa razón el INE debe confeccionar cada año un catálogo nacional de emisoras que sirve de base para posteriores catálogos locales, los cuales se aprueban cada que viene una contienda específica. Se trata de un instrumento que da certeza sobre qué emisora cubre a qué electores, en qué territorio; cuál transmitirá promocionales políticos cuando haya campañas en ese territorio y qué otra entidad vecina se debe omitir la difusión de mensajes institucionales de algún ente público en esa etapa de competencia previa a la votación.
Si esas señales vecinas se ven y escuchan en el territorio con elección, aunque sea mínimo, pues no pueden difundir propaganda gubernamental de su propia entidad para evitar que se afecte la equidad en donde sí hay competencia por cargos electivos.
Las ondas radioeléctricas de entidades vecinas no respetan fronteras en época de campaña y no es posible ahora que cubran sólo su propia geografía política, pero sí es posible técnicamente saber qué tanto cubren en uno u otro lado, si es mucho o poco territorio vecino y si ese lugar que cubren del Estado aledaño tiene habitantes, casas, personas asentadas o población.
Por eso es que la semana pasada, a partir de los mapas de cobertura que actualizó el Instituto Federal de Telecomunicaciones (en un entorno novedoso por la digitalización y el apagón analógico), el INE encontró que en todo el país había 338 señales que mordían territorio de una o varias entidades vecinas, pero en zonas deshabitadas, porque se trataba de una porción de territorio pequeña donde está por ejemplo un parque nacional, cerros y hasta desiertos.
Es verdad que había sido un reclamo formal de cientos de concesionarios, quienes argumentan que los mapas del IFT acusan coberturas muy reducidas en algunas entidades vecinas con elección y que por esa razón consideran injusto suspender de sus pautas todos los mensajes de instituciones públicas previstos para transmitirse en su propia entidad, donde está el domicilio y la audiencia principal del medio, en donde no hay campaña.
El INE analizó el caso y tuvo recurrentes debates al respecto. Finalmente concluyó que no era legalmente procedente conceder la petición de asumir que si el porcentaje de electores cubiertos en estados vecinos no era elevado, pues no se permitiera la difusión de propaganda gubernamental en estados que no tienen comicios aunque la vieran y escucharan algunos electores del otro lado.
Sin embargo, encontramos que sí hay otros casos en los que efectivamente cubren el territorio vecino pero en un espacio donde no hay pocos electores, sino ninguno, y que esto puede probarse a partir de cifras oficiales que elaboran profesionales de tres instituciones públicas (Inegi, INE e IFT) y, en esos casos, no hay habitantes en la parte cubierta y por lo tanto no hay nadie que pueda ver o escuchar esa señal.
Ésa es la razón, la base del criterio que adoptó la autoridad electoral para no incluir señales en un régimen de suspensión de cualquier mensaje de instituciones públicas en su propio estado cuando el estado vecino tenga comicios.
Lo lógico es que si por alguna razón se cambiara la cobertura, se poblaran los cerros que hoy están despoblados o los parques nacionales, con al menos una persona, pues al aprobarse el catálogo respectivo eso sería detectado por las tres instituciones y la señal con cobertura ahí tendría naturalmente la misma restricción que hoy siguen teniendo todas las emisoras que se ven y se escuchan en un cualquier territorio con elección.