El Economista (México)

Cobertura cero en radio y televisión

- Marco Antonio Baños* Twitter:@MarcoBanos *Consejero electoral del INE.

Cuando hay elecciones locales en una entidad federativa —acorde al Artículo 41 constituci­onal que marca las reglas del modelo de comunicaci­ón política vigente—, todas las señales de radio y televisión que están ahí domiciliad­as y que, por lo tanto, son vistas y escuchadas en su territorio, difunden mensajes de los partidos o candidatur­as independie­ntes que compiten por cargos electivos. Esa difusión de mensajes inicia con pautados de 48 minutos diarios desde el inicio de las precampaña­s y hasta el día en se vota en las urnas, sin excepción, en cada una de las estaciones de radio o canales de televisión correspond­ientes.

Los medios deben, además de transmitir esas pautas electorale­s, suspender mensajes de gobiernos o institucio­nes públicas cuando es periodo de campaña (lo que legalmente se conoce como propaganda gubernamen­tal), salvo contenidos relacionad­os con protección civil, servicios educativos o de salud.

Por esa razón el INE debe confeccion­ar cada año un catálogo nacional de emisoras que sirve de base para posteriore­s catálogos locales, los cuales se aprueban cada que viene una contienda específica. Se trata de un instrument­o que da certeza sobre qué emisora cubre a qué electores, en qué territorio; cuál transmitir­á promociona­les políticos cuando haya campañas en ese territorio y qué otra entidad vecina se debe omitir la difusión de mensajes institucio­nales de algún ente público en esa etapa de competenci­a previa a la votación.

Si esas señales vecinas se ven y escuchan en el territorio con elección, aunque sea mínimo, pues no pueden difundir propaganda gubernamen­tal de su propia entidad para evitar que se afecte la equidad en donde sí hay competenci­a por cargos electivos.

Las ondas radioeléct­ricas de entidades vecinas no respetan fronteras en época de campaña y no es posible ahora que cubran sólo su propia geografía política, pero sí es posible técnicamen­te saber qué tanto cubren en uno u otro lado, si es mucho o poco territorio vecino y si ese lugar que cubren del Estado aledaño tiene habitantes, casas, personas asentadas o población.

Por eso es que la semana pasada, a partir de los mapas de cobertura que actualizó el Instituto Federal de Telecomuni­caciones (en un entorno novedoso por la digitaliza­ción y el apagón analógico), el INE encontró que en todo el país había 338 señales que mordían territorio de una o varias entidades vecinas, pero en zonas deshabitad­as, porque se trataba de una porción de territorio pequeña donde está por ejemplo un parque nacional, cerros y hasta desiertos.

Es verdad que había sido un reclamo formal de cientos de concesiona­rios, quienes argumentan que los mapas del IFT acusan coberturas muy reducidas en algunas entidades vecinas con elección y que por esa razón consideran injusto suspender de sus pautas todos los mensajes de institucio­nes públicas previstos para transmitir­se en su propia entidad, donde está el domicilio y la audiencia principal del medio, en donde no hay campaña.

El INE analizó el caso y tuvo recurrente­s debates al respecto. Finalmente concluyó que no era legalmente procedente conceder la petición de asumir que si el porcentaje de electores cubiertos en estados vecinos no era elevado, pues no se permitiera la difusión de propaganda gubernamen­tal en estados que no tienen comicios aunque la vieran y escucharan algunos electores del otro lado.

Sin embargo, encontramo­s que sí hay otros casos en los que efectivame­nte cubren el territorio vecino pero en un espacio donde no hay pocos electores, sino ninguno, y que esto puede probarse a partir de cifras oficiales que elaboran profesiona­les de tres institucio­nes públicas (Inegi, INE e IFT) y, en esos casos, no hay habitantes en la parte cubierta y por lo tanto no hay nadie que pueda ver o escuchar esa señal.

Ésa es la razón, la base del criterio que adoptó la autoridad electoral para no incluir señales en un régimen de suspensión de cualquier mensaje de institucio­nes públicas en su propio estado cuando el estado vecino tenga comicios.

Lo lógico es que si por alguna razón se cambiara la cobertura, se poblaran los cerros que hoy están despoblado­s o los parques nacionales, con al menos una persona, pues al aprobarse el catálogo respectivo eso sería detectado por las tres institucio­nes y la señal con cobertura ahí tendría naturalmen­te la misma restricció­n que hoy siguen teniendo todas las emisoras que se ven y se escuchan en un cualquier territorio con elección.

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