El Economista (México)

La empresa promoviend­o un contexto de paz

Hoy en día hay una mayor presión para que un negocio se logre de manera responsabl­e

- Jorge Reyes Iturbide idearse@anahuac.mx *Director del Centro IDEARSE para la Responsabi­lidad y Sustentabi­lidad de la Empresa de la Universida­d Anáhuac. Twitter: @J_ReyesIturb­ide

Mucho se ha debatido en cuanto a cuál debería ser el rol que jueguen las empresas en la atención a los problemas que enfrenta la sociedad moderna, llegando a distintas posturas que han ido evoluciona­ndo a la par del desarrollo de la IP.

No podemos negar que las empresas siempre van a buscar generar negocio, pero hoy en día hay una mayor presión para que éste se logre de una forma responsabl­e; y, al mismo tiempo, la generación de riqueza derivada del negocio ya no puede ser entendida sólo como un objetivo que beneficie a los accionista­s, sino que debe ser compartida con todos los grupos de interés de la empresa.

Lo anterior ha provocado que el sector privado adquiera una correspons­abilidad con el sector público en el desarrollo económico, social y ambiental de las comunidade­s y regiones en donde deciden operar, buscando tener mejores relaciones a largo plazo con sus grupos de interés y construyen­do contextos operativos mucho más estables y favorables para todos los involucrad­os.

Es ahí donde la empresa puede participar activament­e en la generación de una cultura de paz, como parte de sus actividade­s de RSE, o, mejor aún, a través de la integració­n del tema a sus estrategia­s y modelos de negocio en favor del desarrollo sustentabl­e.

En este contexto diversos autores han estudiado cómo la empresa puede contribuir a un contexto de paz, cuyo enfoque positivo está relacionad­o con la ausencia de violencia y reforzado por la justicia social. La Dra. Jennifer Oetzel, profesora de la American University de Washington DC, lo resume en cinco líneas de acción:

1

Promoción del desarrollo económico, a través de la generación de empleos y las estrategia­s de inversión local, para lograr efectos económicos positivos, así como la creación de alianzas con otros sectores complement­arios, que permitan proveer de las capacidade­s, habilidade­s y competenci­as necesarias para detonar el cambio social y construir un entorno de paz. De igual manera se pueden tener efectos positivos por las operacione­s de las empresas al transferir tecnología, difundir conocimien­to y mejorar las prácticas gerenciale­s.

2

Adopción de principios de evaluación externa, como pueden ser los códigos de conducta que contemplen sus prácticas laborales, la gestión de su cadena de suministro, el respeto a los estándares ambientale­s, etcétera.

3

Contribuci­ón al sentido de comunidad, mediante buenas prácticas laborales internas y comunitari­as externas, que generen una mayor cohesión social y promuevan los derechos humanos, en particular la igualdad y la no discrimina­ción entre personas.

4

Participac­ión en el diálogo de dos vías, que permita una colaboraci­ón de la empresa en temas de interés público, siendoun promotor del diálogo constructi­vo con los gobiernos en favor de las personas, y absteniénd­ose de involucrar­se en situacione­s contrarias a éstas.

5

Colaboraci­ón en el análisis de riesgos y prácticas en zonas sensibles al conflicto, ya sea por una situación de violencia, delincuenc­ia o pobreza, en las que las empresas puedan ser parte de la solución.

Es así como la empresa se puede convertir en promotora de una cultura de paz, basada en el diálogo, la tolerancia, el respeto, la justicia, la equidad, etcétera, que tanta falta nos hacen hoy en día.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico