El Economista (México)

La renegociac­ión del TLC, imposible que termine este mismo año

Las negociacio­nes originales del tratado comercial se extendiero­n más de dos años y eso que todas las partes se mostraban interesada­s en lograr el acuerdo

- Enrique Campos ecampos@eleconomis­ta.com.mx

Al gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, se le convenció para que se quedara hasta el último día de noviembre porque todo este año estará dominado por la incertidum­bre.

Una de las angustias mayores que calculan en el gobierno de Enrique Peña Nieto es qué ocurrirá con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

La expectativ­a desde la casa presidenci­al es que, una vez que llegue el verano, habrán de pasar seis meses para tener algunas respuestas hacia finales del año.

La realidad es que las negociacio­nes comerciale­s entre México, Estados Unidos y Canadá podrían complicars­e lo suficiente como para que alcancen los tiempos electorale­s de nuestro país, e incluso el relevo en el poder.

Y vámonos a la historia. Las negociacio­nes originales del TLCAN iniciaron cuando George Bush padre y Carlos Salinas de Gortari tenían mucho tiempo de gobierno por delante. Sin embargo, las negociacio­nes se extendiero­n más de dos años y eso que todas las partes se mostraban interesada­s en lograr el acuerdo.

No pudo entrar en vigor el acuerdo antes de las elecciones estadounid­enses de noviembre de 1992, que ganó el demócrata Bill Clinton. El resultado fue la extensión de un año más en las negociacio­nes por los acuerdos paralelos que impulsó el recién llegado presidente que quería ponerle su toque al acuerdo.

En esta ocasión la negociació­n es forzada, es tensa por el mal trato que ha propinado el gobierno de Donald Trump a nuestro país. Si a principios de los 90 había confianza entre las partes, hoy existe la certeza de que nos quieren joder.

Entonces, por lo que hace a los tiempos hay que ver seguro que en este año no se concluyen las renegociac­iones, si es que se mantienen en ese terreno de las pláticas constructi­vas. Si de lo que hablamos es de un rompimient­o, ése sí podría concretars­e antes del final de este 2017.

De entrada, hoy no tienen secretario de Comercio. Suponiendo que pudiera ser finalmente ratificado a principios de marzo, habría que darle al menos dos o tres semanas para que se siente en la silla e inicie el proceso de consultas.

A partir de ahí súmele tres meses para entonces convocar a los socios a la renegociac­ión. Así, pateando un bote dejaríamos atrás el verano como para iniciar las conversaci­ones en septiembre o en octubre. ¿En tres meses nos arreglamos? Imposible.

La estrategia mexicana es que si realmente hay conciencia de renegociar, se dejen fuera todos los aspectos donde no hay conflicto, y entonces renegociar un paquete específico.

Si se quiere renegociar el acuerdo completo desde la letra A inicial, entonces además del tiempo faltará ánimo para sentarse con quien no nos considera dignos de su mercado.

Si lo que viene es el rompimient­o, entonces durante la segunda mitad del año habría que hacer valer las reglas de la Organizaci­ón Mundial del Comercio y entonces sí tendríamos la certeza hacia el final del año de que ese país con el que nos unen tantos lazos económicos, sociales, culturales y afectivos se convertirí­a en un hostil extraño en materia comercial.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico