Será para…?
cotear la ceremonia en protesta. ¿No sería fantástico que recibiera su premio con una videollamada denunciando a Trump?
Linus Sandgren por La La Land.
El fin del reinado de Lubezki, y aunque nuestro compatriota Rodrigo Prieto tuvo un trabajo impecable en Silencio, hay poco que disputarle a Sandgren. Desde Escándalo Americano, el sueco había mostrado su talento para mover la cámara en secuencias complicadas y apreciar el color como quien lo mira por primera vez.
Joe Walker por La llegada. Tom Cross por La La Land.
Es la noche de La La Land, y de repetición para Cross que ganó en el 2014 por Whiplash.
David Wasco y Sandy Reynolds-Wasco por La La Land.
Los demás deben estar contentos con haber sido invitados a asistir a la ceremonia.
Mary Zophres por La La Land. Madeline Fontaine por Jackie.
Es el año para la moda norteamericana, sólo basta elegir: ¿Elegancia casual contemporánea o una retrospectiva de la alta costura de los años 60?
Uno pensaría que Star Trek Beyond lleva la ventaja, pero entre dos churros y una película sueca de calidad, A man called Ove, que muchos votantes verán obligados por su nominación como película extranjera, puede sorprender.
Hay muy pocas dudas de que La La Land se anotará ésta en su estantería. Más de un votante estará tarareando la música de Justin Hurwitz durante los comerciales.
Por primera vez en años, la categoría de relleno por excelencia, tiene una competición seria. ¿Timberlake (Trolls) o Miranda (Moana)? Por supuesto que Hurwitz y su City of Stars. Hasta el último hombre.
La La Land.
Uno pensaría que éstas son categorías donde los musicales tienen una ventaja sustancial, pero lo cierto es que las cintas de acción con capas sonoras sobrepuestas, particularmente las de guerra, suelen arrasar. Una posibilidad es el voto dividido: La La Land (mezcla) y Hasta el último hombre (edición).
Me gustaría que ganara Doctor Strange y sus dimensiones múltiples o Rogue One en cercano segundo lugar, pero es posible que las sensibilidades de la Academia se decanten por el trabajo inusual y deslumbrante de The Jungle Book.
La categoría sigue siendo uno de los mejores esfuerzos de la Academia por difundir la animación mundial, y aunque My life as a Zucchini, Kubo y La Tortuga Roja son ejemplos de excelencia en el género, la estatuilla quedará en la mejor cinta animada de Hollywood: Zootopia.
O.J. Made in America. Este documental sobre el ascenso y caída de O.J. Simpson es un ejercicio deslumbrante de edición y narrativa. ¡Y dura 7.5 horas! Lo único que podría derivar el premio hacia I am not your Negro o The 13th sería la percepción injustificada de que por su longitud califica más como miniserie.
En Joe’s Violin, un veterano violinista, sobreviviente del Holocausto, decide donar el violín que lo ha acompañado por 70 años a un movimiento para llevar instrumentos musicales a escuelas públicas. ¿Hay que decir más?
Los cinco son una joya, pero Piper trata sobre un pequeño pájaro que deja el nido por primera vez, es el que se quedará en la memoria por más tiempo.
Hay pocas categorías más impredecibles que esta. Cinco cortometrajes premiados de todo el mundo, ejemplificando la importancia que la Academia da a la “cantera” cinematográfica. Esperen que triunfe el polémico e intenso Ennemis Intérieurs, cortometraje francés sobre un interrogatorio a un inmigrante argelino que busca naturalizarse en Francia. Retrato del enfrentamiento de las civilizaciones, como diría Edward Said.
En afán por la transparencia: en el 2016 para la Entrega 87 del Óscar: de 24 categorías anticipé 19 ganadores. ¿POR QUÉ todas las historias de asimilación cultural según Hollywood son iguales? Ya saben: niño pobre es adoptado por familia blanca, crece y de repente quiere saber su pasado, sigue un periplo heroico persiguiendo su pasado y ¡bam!, una historia de elevación espiritual.
Sin spoilers les acabo de resumir Un camino a casa, película multinominada. Tiene menciones, ni más ni menos, como mejor película, mejor actor de reparto para Dev Patel y mejor actriz de reparto para Nicole Kidman. También el guión está en la terna para llevarse el premio y lo merece. La historia nunca pierde tensión.
Un camino a casa cuenta la historia real de Saroo, un niño indio que se subió al tren equivocado y acabó a 1,600 kilómetros de su casa;llega a un asilo donde una pareja de australianos lo adopta. La mamá nueva es Nicole Kidman.
Saroo crece como un australiano de sangre pura, tiene esa suerte. De su vida anterior no se acuerda. Hasta que se acuerda.
Saroo vuelve a su pasado gracias a un dulce tradicional indio. Se acordó de su hermano mayor, Guddu, de su madre, que trabajaba cargando rocas, de su hermana menor. De su pueblo donde bebía leche de cabra y siempre estaba hambriento. Guddu y Saroo se dedicaban a robarle carbón al tren local. Era una vida divertida, si bien triste.
¿Triste? Es cierto que la cinta retrata la pobreza de la India pero el gran acierto de Garth Davis, el director, es no regodearse en esos infortunios. ¿Recuerdan Slumdog Millionaire? Otra película protagonizada por Dev Patel.
Un camino a casa está basada en las memorias del verdadero Saroo Brierley, que vivió esa odisea para localizar su villa natal, de la cual ni siquiera recuerda bien el nombre.
Si bien Un camino a casa no es un filme muy original, eso no la hace una mala película.
Por cierto, si se preguntan por qué el título original de la cinta es Lion, quédense hasta el final. Obtendrán su respuesta.