Escándalo de corrupción tira mercado de carne en Brasil.
El principal socio comercial brasileño suspendió la importación de productos cárnicos como “medida de precaución”, afectando la reputación de uno de los pocos sectores vibrantes en el país
EL IMPACTO por el escándalo de corrupción en la industria cárnica brasileña se extendió este lunes, después de que China y Corea del Sur suspendieron algunas importaciones, la Unión Europea anunció que estudiaba acciones y los títulos de los frigoríficos BRF y JBS cayeron con fuerza.
China, el principal socio comercial de Brasil, decidió suspender la importación de productos cárnicos como “medida de precaución”, dijo a la agencia Reuters una fuente que pidió permanecer en el anonimato por la sensibilidad de la información.
El Ministerio de Agricultura de Corea del Sur informó en un comunicado que endurecerá las inspecciones de carne de pollo importada desde Brasil y que prohibirá temporalmente las ventas de productos avícolas de BRF.
Las acciones se produjeron después de que una investigación policial brasileña identificó el viernes a BRF, JBS y a decenas de rivales menores como implicados en una supuesta trama de sobornos a inspectores sanitarios para ocultar condiciones insalubres de sus plantas de procesamiento.
La policía efectuó registros el viernes en seis estados en busca de más pruebas, afectando la reputación de uno de los pocos sectores vibrantes en el país más grande de América Latina, que sufre la peor recesión de su historia.
La pesquisa de dos años, conocida como operación “La carne es débil”, halló pruebas de que las empresas pagaron a inspectores y políticos para pasar por alto prácticas como el procesamiento de carne podrida y el envío de exportaciones con trazas de salmonella, dijo la policía.
Brasil exportó 6,900 millones de dólares en carne de ave y 5,500 millones de dólares de carne de vacuno a todo el mundo el año pasado, según grupos de la industria. Sólo a la Unión
Europea exportó 2,500 millones de euros. La Comisión Europea dijo que está supervisando las importaciones de carne procedentes de Brasil y que prohibirá el acceso a la Unión Europea a las compañías implicadas en el escándalo, dijo un portavoz.
Chile anunció también una suspensión temporal de las importaciones de carne bovina brasileña.
El gobierno buscó restringir su impacto y cuestionó parte de las denuncias de la PF, sobre la venta de productos vencidos o en mal estado, “maquillados” con ácidos. Según sus datos, de las 4,837 plantas que operan en el país, solo 21 están bajo sospecha y apenas seis realizaron exportaciones en los últimos 60 días.
El presidente Michel Temer se puso al frente de la campaña y el domingo afirmó que “la manera como se dio la noticia pudo haber creado una preocupación muy grande, tanto en países que importan nuestra carne como en consumidores brasileños” y luego invitó a un nutrido grupo de diplomáticos a una parrillada en Brasilia.
Las imágenes del jefe de Estado comiendo con entusiasmo trozos de carne brasileña asados a la espada tapizaron los periódicos del lunes.
Denigrar la calidad de la proteína del principal exportador mundial solo interesa a los productores de mercados de la competencia”.
Eventuales restricciones a la importación de carne brasileña, además de significar un retroceso de muchos años, impactarán en la economía y resultarán en la pérdida de empleos y renta”.
Comunicado de las asociaciones industriales de carne de Brasil.