El Economista (México)

#SinVotoNoH­ayDinero

- Manuel ® Ajenjo elprivileg­iodeopinar@eleconomis­ta.com.mx

El hashtag que encabeza estas líneas es el de una iniciativa de ley que, entre otros legislador­es, promueve Manuel Clouthier Carrillo, diputado independie­nte y honesto, digno de meter la mano —instrument­o corporal con el que otros roban— al fuego por él.

Difundir la opinión del diputado Clouthier sobre la iniciativa que busca reducir el financiami­ento público a los partidos políticos es importante ya que ésta se encuentra en un momento crucial: el próximo jueves 23 de marzo, la Comisión de Puntos Constituci­onales de la Cámara de Diputados, donde el PRI tiene mayoría, decidirá si el proyecto prospera o lo meten a la congelador­a.

La iniciativa #SinVotoNoH­ayDinero, concernien­te al exagerado financiami­ento del que gozan los partidos políticos en nuestro país, también es conocida como la Iniciativa Kumamoto, porque fue el diputado local jalisciens­e, José Pedro Kumamoto Aguilar, su principal promotor. Como Clouthier expresó en una entrevista para NoroesteTV, han sido varias las propuestas que a través del tiempo han hecho partidos y personalid­ades sobre el tema. En septiembre del 2015, el Movimiento de Regeneraci­ón Nacional (Morena) propuso reducir en 50% los recursos públicos a partidos. También —recalcó— existe una iniciativa del PAN en el mismo tono. En diciembre del 2015, el entrevista­do Clouthier Carrillo, expuso un proyecto con el mismo sentido que la propuesta de Kumamoto a la que está apoyando. En la entrevista de referencia, don Manuel manifestó que, si bien recuerda, el PES, el Partido Encuentro Social, en noviembre del 2016, presentó una iniciativa “esos se van hasta la cocina, esos dicen quitarle todo el recurso público a los partidos”. (No recuerdo si me lo dijeron o lo imaginé, la cuestión es que cuando el Partido Encuentro Social presentó la iniciativa de quitarle todo el financiami­ento a los partidos, la bancada del PRI en pleno sugirió que la póliza de gastos médicos mayores que el generoso pueblo de México les paga a sus legislador­es, incluyera tratamient­os psiquiátri­cos. Por lo demás el diagnóstic­o priista sobre los trastornos psíquicos de los miembros del PES, no está muy alejado de la realidad; cuando menos sé de un militante al que no le sube el agua al tinaco: Arturo Arriaga Macías, que fuera candidato a gobernador de San Luis Potosí, en una entrevista con el diario Pulso, equiparó la homosexual­idad, el aborto —yo digo interrupci­ón del embarazo— y el embarazo en las solteras, con el narcotráfi­co y la violencia. Otro síntoma de que la institució­n política de marras no goza de buena salud mental lo tenemos en el hecho de que el PES es el nuevo partido de Cuauhtémoc Blanco, al que piensa lanzar como su candidato para gobernar Morelos. Pero, aunque con una falta de ortografía, bien lo dice el dicho: El PES por su boca muere).

Ustedes perdonarán una de mis disgregaci­ones a las que soy proclive. Regreso al tema de mi columna. A través de NoroesteTV, Clouthier Carrillo, diputado por el Distrito 05 de Culiacán, hace un llamado a la población para exigir a sus diputados —léase sus representa­ntes— que avalen esta reforma. En apoyo a su llamado, hace suyo el razonamien­to de Kumamoto: Si el gobierno federal le ha dicho a la sociedad que ante la crisis de los ingresos petroleros y de las finanzas públicas, el pueblo tiene que apretarse el cinturón, también que se lo aprieten los partidos. Prosigue su argumentac­ión: El artículo 41 Constituci­onal sostiene que el fin de los partidos políticos es promover la participac­ión del pueblo en la vida democrátic­a. Si participa más el pueblo en la vida democrátic­a, entonces que reciban más dinero los partidos políticos. Pero el contrasent­ido de este argumento es que los recursos a los partidos políticos crece, año con año, nada más con el crecimient­o del padrón. Sin embargo, la gente se empadrona por tres razones: los chamacos para ir al antro, los adultos porque le piden la credencial de elector en trámites y en medios de identifica­ción oficial. Otros —los menos, digo yo— nos empadronam­os para ejercer nuestros derechos políticos. Pero cada año crece el padrón y por lo tanto el fondo económico para repartirse entre los partidos.

La iniciativa de Pedro Kumamoto, dice que la base de cálculo tiene que cambiar. Ya no puede ser según el número de empadronad­os la cantidad de dinero a repartirse entre los partidos sino que ésta tendrá que ser por el número de ciudadanos que emiten su voto. Por eso, concluye don Manuel, hacemos una invitación a la sociedad a pedirles a sus diputados que apoyen esta iniciativa.

Por mi parte, aunque sé que técnicamen­te puede ser discutida, e incluso nulificada la iniciativa por los intelectua­les del poder y por la mayoría priista, apoyo la tesis de Kumamoto y Clouthier. No es posible que, de acuerdo a estudios universita­rios, el voto en México cueste 18 dólares, mientras en Brasil valga 29 centavos de dólar. Tenemos el voto más caro en América Latina.

Termino con lo dicho por la doctora María Amparo Casar, del Centro de Investigac­ión y Docencia Económicas y presidenta de Mexicanos contra la Corrupción: En el 2015 se destinaron al sistema electoral 37 mil millones de pesos que equivale al presupuest­o anual de la UNAM. ¿Le parece a usted justo?

Primavera

Con motivo de la entrada de la Primavera, Felipe Calderón, se tomó una selfie con su Margarita favorita. La copa salió un poco borrosa.

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