Para que los fans vayan haciendo fila
PARA COLECCIONISTAS LLEGA EN DICIEMBRE Son 400 piezas, dos horas de recorrido, catálogo traducido y, lo mejor, viene
UN RELOJ gótico señala: faltan 132 días (131 para cuando usted lea esta nota) para la llegada de El mundo de Tim Burton, la magna exposición que celebra todo lo burtoniano y que tendrá a los fans del artista y cineasta vueltos locos.
La inauguración será este próximo 6 de diciembre y se espera que el costo de entrada sea del equivalente de 15 dólares, un precio elevado para el estándar de las exposiciones en México, pero los organizadores explican que es el precio promedio que ha costado en las diversas sedes del mundo.
El Museo Franz Mayer será la sede. El recinto fue escogido por su tecnología de conservación, su capacidad para mantener niveles de humedad y luz adecuados para algunas de las piezas que son tan frágiles como dibujos en servilletas.
La exposición ha roto récords ahí donde se ha presentado. Héctor Rivero, director del Mayer, afirma que se esperan alrededor de 300,000 visitantes durante cuatro meses de exhibición. La razón de que la muestra no dure más es el difícil mantenimiento de las piezas.
Jenny He, curadora, dice que “hay mucha emoción en traer el trabajo original de Tim para sus fans. Algunas piezas sólo se mostrarán en México, como un cortometraje que (Tim) hizo en su adolescencia y ya muestra su visión del mundo”.
El mundo de Tim Burton estará ordenada por núcleos temáticos, no sigue un orden cronológico y promete un recorrido rico de entre hora y media y dos horas. Ocupará gran parte del museo. En la zona del atrio habrá réplicas de las piezas para que los visitantes puedan sacarse la selfie de rigor.
La exposición no sólo abarca el trabajo del Burton cineasta, sino también su trabajo menos conocido como artista plástico: dibujos, pinturas, los sketches en servilletas y hasta instalaciones. Dice que se trata de mostrar que hay detrás del rico imaginario de Burton, “su mezcla entre el humor y lo grotesco”. El mundo que existe, pues, entre el de los vivos y el de los muertos, como dice la publicidad de la muestra.
Jenny He,