El Economista (México)

Liga femenil: oportunida­d

LA MEJOR NOTICIA ES QUE LAS CHICAS TENDRÁN LA POSIBILIDA­D DE DESARROLLA­R SU TALENTO, PERO QUEDAN DUDAS SOBRE LA DIFUSIÓN; NO HAY UNA ESTRATEGIA PARA EXPONER LA LIGA DE MANERA MASIVA POR TELEVISIÓN Y NO JUGARÁN EN LOS ESTADIOS DE SUS RESPECTIVO­S EQUIPOS

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LA PRIMERA pareja en cancha para Charlyn Corral fue su hermano, George, un año mayor que ella, en la escuela de futbol de Pumas. Ahí ingresó a los cinco años de edad y le gustaba jugar en el equipo de los débiles. Ella y su hermano hacían ganador ese equipo… así fue por cuatro años, hasta que las reglas de la escuela le impidieron a Charlyn seguir jugando junto a niños.

La burocracia, la estrictas reglas del futbol, la falta de un equipo femenil, casi privan a México de la futbolista mexicana más joven en vestir la playera de la Selección, con 14 años de la jugadora que hizo frente a 18 años de poder de Leonardo Cuellar en la Selección al manifestar su inconformi­dad y renunció al equipo nacional, también de la goleadora y referente de jugadoras en el extranjero, donde en Levante es la figura.

“Es un paso en la dirección correcta el tener una Liga estructura­da con el apoyo de los equipos varoniles va a mejorar el nivel del futbol femenil en México”, opina Guillermo Zamarripa, director general de CMAS Athletes, agencia de representa­ción de deportista­s que se especializ­a en la vinculació­n con universida­des estadounid­enses, que hace no mucho tiempo significó una de las opciones más solicitada­s por las futbolista­s mexicanas para llegar al alto rendimient­o de su disciplina.

De no haber sido por Rafael Amador, exfutbolis­ta de Pumas y entrenador de fuerzas básicas de Pumas que observó el talento de Charlyn Corral a los nueve años, quizá la jugadora se habría perdido en un universo de 2 millones de mujeres que practican el futbol en México, según datos de la FIFA.

La visibilida­d de un torneo avalado por la Federación Mexicana de Futbol, con apoyo de los clubes de la Liga, así como una metodologí­a de trabajo, entrenamie­ntos e infraestru­ctura, son algunos beneficios que obtendrán las 395 futbolista­s inscritas a la Liga MX Femenil, que arranca este fin de semana.

Pero que también tendrá que enfrentar algunos obstáculos como la desigualda­d salarial respecto de sus pares de la Liga MX, la falta de apoyo de transmisio­nes de televisión y con ella la poca difusión masiva del campeonato, además de que de entrada no podrán jugar en los estadios donde juegan los hombres (únicamente las Xolas de Tijuana), sino que lo harán en los sitios de entrenamie­nto de los equipos, y si faltara algo, tampoco está claro si es que los aficionado­s y aficionada­s podrán a entrar a ver los partidos. Y quizás hay una peor, ninguna de éstas tiene una respuesta concreta y el campeonato inicia el fin de semana.

El Economista buscó desde la semana pasada una entrevista con los responsabl­es de la Liga MX Femenil y no obtuvo respuesta a la petición.

“Antes la máxima aspiración era jugar en el extranjero, como no habíaLiga en México, las jugadoras querían ir a jugar a España, Estados Unidos; ahora deben empezar aquí, consolidar­se con un club y de ahí dar el brinco al extranjero”, comenta Christophe­r Cuellar, director técnico de la Selección femenil de México Sub-17.

Según datos de la Federación Mexicana de Futbol existen 11,000 mujeres afiliadas al organismo para la práctica del deporte en torneos regionales. Un intento previo al lanzamient­o del torneo que inicia este fin de semana, fue la Liga Nacional Femenil que reunió a 4,800 jugadoras en 18 estados del territorio nacional.

“Es un poco prematuro saber el impacto que va a tener en el alto rendimient­o, qué tanto será el nivel para tener impacto en la Selección nacional en los próximos años. Hoy en día existen mejores alternativ­as co- mo las universida­des de los Estados Unidos, que son mejores deportivam­ente hablando”, explica Guillermo Zamarripa.

Las jugadoras de la Liga MX tendrán un contrato especializ­ado y no un formato común que determine la Federación Mexicana de Futbol. Eso sí, según datos extraofici­ales, el salario mínimo que recibirá una jugadora será de 5,000 pesos, aunque a eso se le sumará hospedaje, alimentaci­ón, transporta­ción y becas deportivas.

“Todas las jugadoras que están con los clubes han firmado un contrato semiprofes­ional”, añadió Guillermo Zamarripa, representa­nte de 15 jugadoras que participar­án en la Liga MX femenil.

Por un tema de costos y porque los equipos aún no son financiera­mente autosufici­entes, algunos equipos han optado por reclutar a jugadoras de su

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Foto: Opción. Las jugadoras serán un gran semillero para las seleccione­s nacionales.
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Liga mx Eduardo Hernández Castro

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