El falso dilema del salario
El presidente de EU, Donald Trump, puso el dedo en la llaga al señalar que el bajo nivel que tiene el salario en México es el origen de uno de los grandes males del TLCAN. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, y su equipo negociador en la renegociación del tratado trilateral pidieron que México aumente su nivel salarial y cumpla los acuerdos de la Organización Internacional del Trabajo.
Los gobiernos de EU y Canadá quieren que México deje de tener en los bajos salarios el principal atractivo para la inversión extranjera, principalmente en industria maquiladora y automotriz.
En México, gobierno federal, sindicatos y sector privado deshojan la margarita sobre cuánto deben subir los salarios y frente a los negociadores estadounidenses alegan “razones de soberanía nacional” para no abrir el debate.
La realidad es apabullante: en Canadá el salario mínimo oscila entre los 10 y 13 dólares canadienses por hora, es decir, unos 23,000 pesos al mes, y en EU es de 7.25 dólares por hora, es decir, unos 20,000 pesos, mientras que en México el salario mínimo es de 2,401.20 pesos.
Dadas estas cifras, cualquiera se sentiría tentado a asegurar que lo justo es que el salario mínimo se incremente hasta dejar de ser ridículamente inferior a una octava parte del salario mínimo de nuestros vecinos del norte.
El Artículo 123 constitucional señala que el salario mínimo deber ser suficiente para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer la educación obligatoria de los hijos, situación que evidentemente no se logra con 2,500 pesos al mes.
Es una realidad que el salario mínimo de 80.04 pesos al día es obsceno, y más fehaciente se vuelve esta insolencia cuando miramos que dos de cada tres mexicanos de la población ocupada ganan entre uno y tres salarios mínimos al mes.
Expertos en economía y finanzas opinan que es inconveniente aumentar de un solo golpe los salarios porque generaría mayor inflación. El incremento debe ser tasado por la productividad y en casuístico en cada sector y empresa.
Aumentar el salario mínimo a diestra y siniestra, sumado a la carga social y tributaria que deben pagar las empresas en la actualidad, puede ser catastrófico para la economía, el empleo y la inversión.
¿Cómo salir bien librados de esta encrucijada?
1. Los salarios en México deben incrementarse, de manera progresiva pero clara.
2.- El gobierno debe revisar las políticas fiscales y sociales que impactan el costo del salario en las empresas.
3.- La realidad de la renegociación va arebasar a la Conasami y va a obligar a crear otra estructura salarial en México, debemos empezar a crearla de inmediato.
4.- Trudeau y Trump plantean un falso dilema porque no podemos llegar en fast track a sus niveles salariales. Va a ser un proceso gradual pero se debe iniciar de forma urgente.
5.- El capital humano en México debe fortalecerse con políticas públicas de innovación, capacitación y justa valoración.