El uso del efectivo te ayudará a cambiar tu relación con el dinero
Es una realidad: la gente tiende a gastar menos cuando utiliza exclusivamente las monedas o los billetes Nos permite controlar los gastos de impulso, presupuestar mejor en pareja, generar disciplina y apego a nuestros propios límites
Muchas personas me escriben para comentarme que, por más que lo intentan, siempre terminan gastando de más. Incluso cuando han implementado muchos de los consejos que a lo largo de los años hemos dado al respecto: llevan un presupuesto y un registro de sus gastos por categoría, además de que le dan seguimiento para tratar de no pasarse de la raya.
Sé lo frustrante que puede llegar a ser, porque a mí me ha sucedido más de una vez. La gasolina sube, la cuenta de la luz llega mucho más cara de lo que pensamos o se nos antoja algo en el supermercado y lo compramos. Porque también, sin duda, nos merecemos satisfacer uno que otro gusto en la vida. Pues bien, uno de los consejos más simples que podría dar para combatir esto es empezar a utilizar, por algunas
semanas, únicamente efectivo. Dejar de llevar tarjetas de crédito o de débito — incluso la de nómina— encima. Exclusivamente dinero en efectivo y en cantidades limitadas.
¿Por qué? La respuesta tiene mucho que ver con la psicología del dinero. De hecho, algunos estudios demuestran que para muchas personas es mucho más sencillo desprenderse de su dinero (gastarlo) cuando no lo ven, porque están pagando con tarjeta de crédito o débito. Por el contrario, cuando tenemos el dinero en mano, uno puede literalmente sentir cómo está cambiando de manos. Se siente mucho más real y tendemos a conservarlo más. No queremos que se nos vaya.
Es una realidad: la gente tiende a gas
tar menos cuando utiliza exclusivamente efectivo. Hay quienes logran bajar sus gastos en más de 10% desde el pri
mer mes, simplemente por hacer este pequeño cambio en sus vidas. Como un reto.
Ahora bien, es importante tomar en cuenta que no estoy aconsejando cargar con toda la quincena encima. Hay mucha inseguridad en el país y no se trata de arriesgarnos, sino de ser inteligentes. En este sentido, tenemos que planear las visitas al cajero automático, no más de una vez por semana. Empezar a manejar este efectivo utilizando el método de sobres: uno por cada categoría de gasto.
De esta manera, iremos adquiriendo un nuevo hábito, que incluye tener un mucho mayor control de nuestro dinero simplemente porque, al usar efectivo, lo estamos viendo y sintiendo de una manera más real.
Además, estaremos sintiendo las consecuencias: si gastamos mucho la primera semana del mes, no nos quedará más remedio que apretarnos el cinturón las demás. Porque el efectivo que tenemos es limitado.
Por otro lado, el método de los sobres también nos permite ir guardando dinero para aquellos gastos que no ocurren cada mes, pero que deberíamos planear también. Por ejemplo: el regreso a clases o el pago del predial así como la ocasional visita al médico.
Otros beneficios de utilizar únicamente efectivo incluyen:
1. Nos permite controlar los gastos de impulso, simplemente porque llevamos una cantidad de dinero limitado encima, que ya está etiquetado para otras cosas. Además, simplemente no podemos gastar más de lo que tenemos en la cartera.
2. Genera disciplina y apego a nuestros propios límites. Cuando no podemos recurrir a la tarjeta de débito o crédito para cubrir un gasto mayor al que planeamos, nos obligamos a respetar, pero también aprendemos a planear mejor.
3. Nos permite presupuestar mejor en pareja, simplemente al juntar el dinero de ambos en distintos sobres por cada una de las categorías de gasto. Incluyendo sobres para gasto discrecional de cada quien.
Si lo has intentado todo y nada parece funcionar, te recomendamos seguir este método por un par de meses. Seguramente te ayudará a cambiar de una manera muy positiva tu relación con el dinero.
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