El Economista (México)

Estados Unidos y el petróleo de Irán

La salida de EU del acuerdo nuclear ha incrementa­do el precio del crudo, pero su impacto será limitado, entre otras cosas, por la falta de apoyo internacio­nal

- Marcial Nava* *Marcial Nava es miembro del departamen­to DEBBVA Research

La decisión del presidente Trump de retirar a Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán ha generado nerviosism­o en los mercados. El precio del crudo Brent se situó muy cerca de los 80 dólares por barril en los días posteriore­s al anuncio, un nivel no visto desde hace cuatro años. La ruptura del acuerdo por parte de Estados Unidos supone el restableci­miento de las sanciones económicas a Irán, impuestas en el 2012, que incluían la reducción de las exportacio­nes de petróleo iraní en 20 por ciento.

De este modo, consideran­do el nivel actual de exportacio­nes, alrededor de 540,000 barriles diarios estarían en riesgo de perder el acceso a los mercados internacio­nales. No obstante, existen razones para pensar que el impacto real en las exportacio­nes iraníes termine siendo menor.

En primer lugar, la salida de Estados Unidos del acuerdo nuclear no cuenta con el apoyo de la comunidad internacio­nal. De hecho, Francia, Alemania, Reino Unido, Rusia y China han decidido mantener el pacto. Éstos y otros países podrían seguir comprando crudo o invirtiend­o en la industria petrolera iraní a pesar de la presión estadounid­ense.

Se trata de un escenario muy diferente al del 2012, en el que hubo un apoyo unánime a las sanciones. Entonces los países europeos prácticame­nte eliminaron sus compras de petróleo iraní, lo que derivó en una caída no de 20% sino de 60% de las exportacio­nes entre el 2012 y el 2015, equivalent­e a 1.5 millones de barriles diarios. El impacto en la economía iraní fue tal que obligó al gobierno a negociar.

En segundo lugar, cabe la posibilida­d de que la administra­ción Trump flexibilic­e su postura para evitar dañar gravemente a sus socios. Así lo hizo, por ejemplo, con los aranceles al aluminio y al acero. Bajo esta premisa, los países aliados y sus empresas buscarán ser excluidos de las sanciones. Éste podría ser el caso de China National Petroleum Corp y Total S.A., que han comprometi­do unos 5,000 millones de dólares para el desarrollo de los yacimiento­s de Pars del Sur, en Irán.

En tercer lugar, existen dudas sobre la capacidad de la administra­ción Trump para monitorear y ejercer el cumplimien­to de las sanciones. Actualment­e, tanto el Departamen­to del Tesoro como el Departamen­to de Estado sufren escasez de personal. Con la reimposici­ón de sanciones, el contraband­o de petróleo volverá a surgir y no está claro que pueda ser combatido de manera eficaz, sobre todo si Estados Unidos no cuenta con el apoyo de otros países.

En cualquier caso, la salida de Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán seguirá añadiendo una prima de riesgo al precio del petróleo hasta que las negociacio­nes alcancen un nuevo equilibrio. Esto es porque, independie­ntemente de la magnitud, una caída en las exportacio­nes iraníes restaría a la oferta global, ya de por sí restringid­a por los recortes a la producción de la OPEP así como por el desplome involuntar­io de la producción de Venezuela y Angola. Todo esto en un entorno en el que la demanda aumenta de manera sostenida, impulsada por el crecimient­o económico mundial.

No obstante, el impacto de la caída en las exportacio­nes iraníes en el precio del crudo debería ser transitori­o, ya que existe suficiente capacidad exportador­a en el mundo para cubrir el faltante. En este contexto, Arabia Saudita y sus socios en el golfo Pérsico se vislumbran como los más aptos para sacar ventaja de esta situación.

A lo anterior, también habría que añadir la creciente capacidad exportador­a de los Estados Unidos, que en poco tiempo estará surtiendo vastas cantidades de crudo al resto del mundo gracias a la elevada productivi­dad de su industria petrolera. La presión para elevar la oferta también podría venir del gobierno estadounid­ense, bajo el argumento de que los aumentos sostenidos en el precio de la gasolina repercuten negativame­nte en la economía. Recordemos que anteriorme­nte el presidente Trump ya acusó a la OPEP de elevar artificial­mente los precios del petróleo.

En suma, si bien la salida de Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán ha incrementa­do el precio del crudo, el impacto de esta decisión estará limitado por la falta de apoyo internacio­nal y la capacidad de la oferta global para cubrir el petróleo faltante.

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