Ley Fintech y startups en etapa temprana
LA LEY Fintech, aprobada en el Senado en diciembre del 2017, le brindará a las empresas fintech mayor certidumbre jurídica, legal y fiscal, con ello podrán obtener mayor inversión y conseguir más clientes, pero ¿qué pasa con las startups en etapa temprana?
Estas compañías no requerían un balance financiero para operar y con la nueva ley necesitarán la autorización de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores para operar, y por ello se tendrán que constituir como Sociedad Anónima y crear una estructura corporativa.
Armando Kuroda, CEO de Credilike Me, dijo durante el Fintech Sprint, evento que reunió a especialistas para hablar de las tendencias de fintech, que este cambio afecta a las empresas tempranas, que al iniciar su negocio no necesitaban invertir capital en trámites burocráticos, tener un oficial de cumplimiento, entregar estados financieros cuatro veces al año o contar con personal que les audite estados financieros.
Ahora, “debes tener esta capa regulatoria dentro de tu negocio, son nóminas. Un ejemplo es el oficial de cumplimiento que anda entre los 15,000 y 25,000 pesos al mes”. Si eres una empresa en etapa temprana, éste oficial será de tus empleados más caros.
Otro problema es la limitación del monto con el que pueden operar las Instituciones de Tecnología Financiera (ITF), que no sólo se limita para iniciar el negocio, sino el monto con el que los clientes pueden operar.
“El gran cambio que afecta a un emprendedor fintech en etapa temprana es que si se pensaba que no se requería un balance o capital en relación de operaciones de intermediación financiera, ahora sí se requiere”.
Kuroda detalló que los primeros golpes de dinero son los dictámenes legales y técnicos que se tendrán que realizar una vez que se apruebe por competo la Ley, y aunque aún faltan unos meses, si se toman como parámetros los reglamentos establecidos para las Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (sofomes) y las Sociedad Financiera Popular (sofipo), el costo de inversión inicial para trámites rondaría entre los 50,000 y 80,000 pesos.
“Si me preguntas a ojo de buen cubero, prorrateando los gastos y dividiéndolos, se les va a pedir —a las ITF— que paguen el registro, que son 40,00 pesos, y como ese hay unos 10 gastos. A, a lo largo del año estimo que está entre 50,000 y 80,000 pesos cumplir con la regulación, habrá meses donde pagaste más o menos”.
Una de las formas en que las startups en etapa temprana pueden solucionarlo es acercarse a instituciones financieras y hacer alianzas para que inviertan en la compañía, el problema es que no podrán hacerles promoción.
A pesar de los costos económicos iniciales para las empresas en etapa temprana, Eduardo Guraieb Dueñas, de la Asociación Fintech México, dijo que “el costo se supera y cubre con la certidumbre jurídica que brinda tener un negocio claro” y poder obtener mayor inversión.
Precisó que lo primero que hay que hacer es revisar si la ley aplica para tu negocio y a partir de ello definir un plan de acción.
“Si tienes una empresa de wallets, de fondos de pago electrónico o de crowdfunding, seguro que te aplica, pero si tienes un modelo que difiere de éstos, vale la pena que lo revises con calma”.