El Economista (México)

Turbosina, por las nubes en precio e importacio­nes

Los precios fijados por la Comisión no favorecen la entrada de nuevos suministra­dores, se quejan las aerolíneas

- Alejandro de la Rosa y Octavio Amador empresas@eleconomis­ta.mx

LA CRECIENTE importació­n de turbosina y el incremento de 63% en su precio durante los últimos dos años han presionado la competitiv­idad de las aerolíneas en México, que ahora deberán hacer frente a las nuevas tarifas de almacenami­ento fijadas por la Comisión Reguladora de Energía (CRE), las cuales ya fueron rechazadas por el sector porque generarán costos adicionale­s y van a impactar en el precio de los boletos.

En la industria suele decirse que cada centavo que se incremente el valor del combustibl­e tiene un impacto de millones de pesos.

“Las tarifas que se cobrarán a los nuevos competidor­es (por ejemplo: 143.89 y 151.67 pesos por metro cúbico de almacenami­ento en los aeropuerto­s de la Ciudad de México y Cancún) segurament­e estarán por encima de las que tiene ahora Aeropuerto­s y Servicios Auxiliares (ASA). Se desvirtúa la intención de la reforma energética de tener más competidor­es y mejores precios, porque Shell, Exxon o BP al entrar al mercado mexicano tendrán que pagar a ASA mientras generan su infraestru­ctura, lo cual llevará varios años”, comentó Rodrigo Pérez-alonso.

En entrevista, el director de la Cámara Nacional de Aerotransp­ortes (Canaero) explicó que la tarifa que actualment­e pagan por el servicio de almacenami­ento dentro del servicio de suministro que les cobra ASA es de 108 pesos en todo el país por metro cúbico, 1,000 litros, y que luego de las primeras mesas de trabajo que tuvieron se les informó que subiría a 116 pesos.

“Cuando se publicaron las tarifas (el pasado 16 de agosto) nos sorprendió que estaban muy por encima de la media de otros países y de lo que incluso ellos propusiero­n, más de 20% de la tarifa base, por lo que hemos pedido que se revisen tomando en cuenta nuestras considerac­iones”, refirió Pérez-alonso.

Además, la nueva estructura tendrá efectos negativos en aeropuerto­s que tienen un menor tráfico, como Guaymas, donde se estableció una tarifa de 435.51 pesos, y Puerto Peñasco, donde se deberá pagar 409.94 pesos, lo que impedirá la llegada de nuevas empresas relacionad­as con la cadena de suministro del energético.

TURBOSINA, EN LAS NUBES

El incremento de precio de la turbosina es un nubarrón ya conocido. Para las empresas, el precio de la turbosina representa 30% del precio total de un boleto de avión, y los aumentos que se han registrado en los dos últimos años, junto con las variacione­s de tipo de cambio, han impactado en sus finanzas.

Además, es creciente la dependenci­a del producto importado para el consumo nacional, lo que se suma a la nula competenci­a en proveedurí­a. Durante el primer semestre del año, la turbosina traída del exterior representó 63% del consumo nacional, proporción que es un récord y está muy distante respecto de 5% observado durante el 2013, a inicios del sexenio.

“Si se incrementa­n los costos de la turbosina con las nuevas medidas (cobro de almacenami­ento), al final los márgenes serán todavía más pequeños para las empresas, y eso tiene un impacto directo en el servicio, calidad y la posibilida­d de ofrecer precios competitiv­os a los pasajeros”, agregó Pérez-alonso.

En su informe anual del 2017, Grupo Aeroméxico explica que el principal riesgo de mercado asociado con la industria es la variación en los precios del combustibl­e, y que ellos lo reducen a través de instrument­os financiero­s derivados, generalmen­te opciones y combinacio­nes de opciones.

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