Salvini y Orbán sellan alianza contra las migraciones
Según el primer ministro húngaro, en la UE hay dos bandos: uno guiado por Macron y el suyo, que está contra la inmigración ilegal
EL HOMBRE fuerte del gobierno italiano, el ministro del Interior y vicepresidente, el ultraderechista Matteo Salvini, es “mi héroe”, dijo el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, en Milán, señalando al presidente francés, Emmanuel Macron, como su principal enemigo en Europa.
“Él es mi héroe y también mi compañero”, dijo ante los periodistas en Milán (norte de Italia), previo a reunirse con Salvini.
Cuando se le preguntó nuevamente sobre esta declaración en la conferencia de prensa que siguió al encuentro, Orbán confirmó su declaración y agregó que Salvini ganaría sin problemas las elecciones en Hungría, donde, afortunadamente, destacó, él no piensa presentarse.
Ambos hombres, que están a favor de una línea dura contra los migrantes que llegan a Europa, confirmaron ante la prensa su acuerdo en cuanto a la necesidad de “defender las fronteras” contra la inmigración.
“Nuestro objetivo es ayudar allí donde haya problemas”, sobre todo en África, “para no traernos los problemas a casa”, destacó Orbán.
“Hungría es una prueba de que los inmigrantes pueden ser detenidos en tierra firme”, señaló Orbán, cuyo país ha levantado una barrera de alambre de púas para evitar el paso a los migrantes a lo largo de varios centenares de kilómetros de sus fronteras con Serbia y Croacia.
“La misión de Salvini es asegu-
rar que estos inmigrantes también puedan ser detenidos en altamar”, agregó.
El primer ministro húngaro animó a su colega a seguir por este camino: “No des marcha atrás”, le pidió en público.
También ambos políticos señalaron claramente a su principal oponente en Europa, previo a las elecciones europeas de la próxima primavera.
“Actualmente hay dos campos en Europa y uno está liderado por Macron”, dijo el primer ministro húngaro.
“Está a la cabeza de las fuerzas políticas que apoyan la inmigración”, dijo. “Del otro lado estamos nosotros, los que queremos detener la inmigración ilegal”, prosiguió Orbán.
Orbán vestía la corbata verde tradicional de la Liga, partido de Salvini, y ha revelado que antes de reunirse con el político italiano había pedido permiso a Silvio Berlusconi, con quien la Liga sigue manteniendo una alianza de centroderecha un tanto maltrecha.
La cita en Milán entre Orbán y Matteo Salvini duró una hora. Durante ese tiempo, unas 15.000 personas se han manifestado bajo el eslogan de una “Europa sin murallas”.