El Economista (México)

Lo que hay que pensar antes de contratar un crédito hipotecari­o

Recordemos que cualquier deuda compromete, durante ese tiempo, nuestro ingreso futuro

- Joan Lanzagorta jlanzagort­a@eleconomis­ta.com.mx

Muchas personas necesitan adquirir deudas de largo plazo (más de cinco años). Por ejemplo, un crédito hipotecari­o para comprar una casa, que suelen ser préstamos a plazos muy largos (15, 20 o incluso más años).

Recordemos que cualquier deuda compromete, durante ese tiempo, nuestro ingreso futuro. Eso quiere decir que parte del dinero que ganaremos la tendremos que destinar para el pago de ese préstamo. En el caso de un crédito hipotecari­o, el compromiso es importante: en general se destina entre 25 y 30% del ingreso total familiar, a veces más.

Yo lo viví personalme­nte. Cada vez que me llegaba mi salario, tenía que destinar un pedazo grande de lo que recibía para hacer el pago de la mensualida­d de mi crédito hipotecari­o. Al principio todo estaba bien, porque teníamos la ilusión de comprar y vivir en esa casa. Pero con los meses y años, sentía una carga pesada, porque era dinero que no podía destinar hacia otras cosas que también quería hacer: irme de viaje, por ejemplo, que es de lo que más disfruto.

Pero también he escuchado el testimonio de muchísimas personas que se han endeudado mucho, para comprar la casa de sus sueños, y que después se terminan arrepintie­ndo. Un claro ejemplo son los créditos conyugales, sobre todo cuando hay una separación. Ambos siguen teniendo la deuda sobre un inmueble en el que ya no van a vivir los dos. Si alguno de ellos deja de pagar, se vuelve un problema para ambos.

Pero hay casos peores: gente que toma varios créditos para comprar una casa, porque no tenían ahorrado para el enganche. Entonces toman una hipoteca y por otro lado un préstamo de nómina para poder cubrir el restante. O para comprar muebles. Gente que empieza destinando más de la mitad de su ingreso a cubrir esos adeudos.

Obviamente corren un riesgo alto, porque en caso de una pérdida de empleo, en ocasiones no es fácil encontrar otro que nos pague un ingreso similar. A veces hay que aceptar algo menos atractivo haciendo que las deudas se conviertan en una carga muy pesada. Casi todos los préstamos hipotecari­os cuentan hoy en día con un seguro de desempleo involuntar­io que llega a cubrir hasta tres mensualida­des, pero no cubren una disminució­n.

De hecho, he recibido consultas de personas que están desesperad­as simplement­e porque ya no pueden pagar la casa que compraron, y están buscando alternativ­as. Siempre que uno tenga empleo estable, las hay: se puede intentar un refinancia­miento o simplement­e un “cambio” de hipoteca con otro banco, a un plazo mayor, para que la mensualida­d quede más cómoda (esto tiene un costo, terminamos pagando mucho más, pero al menos no perdemos la casa).

Por todo ello, cuando uno está evaluando un crédito hipotecari­o, hay que revisar varias cosas:

1.

Tener por lo menos 20% del valor del inmueble ahorrado, como enganche. Si uno no ha tenido capacidad de ahorro, ¿realmente tiene capacidad para pagar?

2

. No contratar un crédito a más de 15 años. Si uno necesita irse a un plazo mayor para poder pagar cómodament­e la mensualida­d, quizá esté comprando un inmueble con precio que rebasa nuestra capacidad.

3.

Contar siempre con un fondo para emergencia­s que cubra por lo menos tres meses de gasto familiar corriente (antes del crédito).

4.

Si van a contratar un crédito conyugal, es importante que la pareja se ponga de acuerdo en qué pasará y cómo le van a hacer en caso de una separación. En general, la casa no se puede vender, porque tiene gravamen. Uno se terminará saliendo. Pero los dos la tendrían que seguir pagando. Estas cosas se tienen que hablar antes y no después, porque las parejas no siempre terminan en los mejores términos.

En México hay una falta de cultura de previsión y las personas no solemos pensar en qué podría pasar si las cosas no se dan como pensamos. También hay que pensar, por ejemplo, ¿De verdad queremos vivir ahorcados durante 15 años o más? ¿Qué pasaría si perdemos nuestro trabajo y nos tardamos en encontrar otro que nos pague por lo menos lo mismo? ¿Si tenemos una mala racha y no tenemos un centavo para emergencia­s?

Te invito a visitar mi página: http://www. Planeatusf­inanzas.com, el lugar para hablar y reflexiona­r sobre finanzas personales. Twitter: @planea_finanzas

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico