Mis películas del 2018
Roma, de Alfonso Cuarón
En su proyecto más personal, Cuarón no está contando la historia de Cleo (Yalitza Aparicio), la trabajadora doméstica de una familia de la colonia Roma a principios de los setenta, sino de alguna manera la suya, la de su infancia y la del México de una época al mismo tiempo tan cercana y lejana. Es una mirada nostálgica al rol que esas mujeres tenían en una vida familiar de hombres irresponsables ausentes. Cleo representa a todas esas chicas indígenas que eran “reclutadas” desde la temprana adolescencia, que cantaban, amaban y criaban a los niños de sus “amos”, limpiaban la casa de sol a sombra, para después apagar las luces y retirarse a su cuartito de azotea a soñar con su pueblo. Una cinta brillante, conmovedora y llena de detalles cuidadísimos cuyas claves ameritan más de una visita.
Three billboards outside Ebbing Missouri, de Martin Mcdonagh
El cine de Mcdonagh es provocativo, artificioso, teatral, intenso y maneja un sentido del humor y del ridículo ácido, sin reparo en incomodar extendiendo un espejo hasta la parte menos atractiva de su audiencia (en lo individual y colectivo). No hay respuestas fáciles en esta historia, donde una madre busca que se haga justicia en el asesinato de su hija, y a Mcdonagh le interesa mucho menos el misterio que la manera en que sirve como pretexto para provocar la transformación de sus personajes.
Lady Bird, de Greta Gerwig
Una de las características de la historia de formación es que remite al espectador a su propia etapa de crecimiento, a Gerwig le interesa menos la identificación del público que adentrarse en la vida de una adolescente peculiar y su relación (también inusual) con su madre. Como buena parte del cine independiente, hay un regodeo en lo extravagante de los personajes, pero Gerwig y la espléndida Saorise Ronan lo entienden distinto: Todos somos peculiares a nuestro modo, y mientras Lady Bird encuentra su camino en la vida, se tropieza, aventura, ensaya personalidades y aspiraciones, la búsqueda la debe llevar a un reencuentro con su propia voz. El estilo narrativo lúdico, acelerado y fresco de Gerwig, convierten su película en un clásico contemporáneo que se verá dentro de años con la misma fascinación.
The Phantom Thread, de Paul Thomas Anderson
En la historia de amor entre un famoso y excéntrico diseñador de modas inglés (Daniel Day-lewis) y una mesera de un poblado rural (Vicky Krieps). Están todos los elementos que a P. T. Anderson le gusta contraponer: un choque de personalidades donde la cámara se detiene a observar las consecuencias imprevisibles. Su tesis es compleja, detrás de la seducción y el romance hay una necesidad de controlar, pero también de renunciar al control, de fundirse en la mirada del otro y entonces autodestruirse. Ese el hilo fantasma que nos une en forma invisible.
Regarding Susan Sontag, de Nancy D. Kates
Kates va más allá de la biografía de divulgación para adentrarse (a fondo) en una de las personalidades intelectuales más fascinantes del siglo veinte. Susan Sontag fue entrevistada muchas veces en pantalla (y fue una de las personalidades más fotografiadas en los EU desde su juventud). La mirada de Kates no juzga, pero tampoco analiza demasiado, agrupa toda la información que puede obtener y nos presenta la vida de la Sontag con gracia y admiración, dejando sus momentos más polémicos, a nuestra consideración. Un documental fascinante.
Misión: Imposible – Repercusión, de Christopher Mcquarrie
De alguna manera Mcquarrie se ha especializado en escribir y dirigir blockbusters para Tom Cruise. Un papel que juega bien y en forma competente (si olvidamos La momia). En su segunda inmersión en las aventuras de Ethan Hunt (Cruise), Mcquarrie decide elevar la apuesta y construir retos verdaderamente “imposibles” (uno de los aspectos más consistentes, y delirantes, de esta franquicia). Una de sus cualidades está en que continuamente supera nuestras expectativas y cuando pensamos que la situación está muy complicada para Hunt, casi podemos ver al director soltar una risita… apenas va empezando. El resultado es una de las cintas de acción más espectaculares de los últimos años (¡y sin superhéroes!).
Get Out, de Jordan Peele
Un fotógrafo neoyorkino (Daniel Kaluuya) llegó al punto en su relación de pareja en que es hora de conocer a los suegros. Qué mejor momento para un fin de semana visitando a la familia política, la cual, por cierto, no tiene objeción alguna con el romance interracial de su hija. Una versión contemporánea de ¿Adivina quién viene a cenar? en que el discurso inclusivo blanco liberal es mirado, otra vez, con sospecha. Pero esta vez, Peele lo quiere explorar hasta sus últimas consecuencias. Una cinta satírica y descabellada de horror que resulta por igual divertida, absurda e inquietante.
Downsizing, de Alexander Payne
Gracias a una brillante tecnología escandinava, la humanidad puede “encogerse” y así salvar al planeta y sus recursos de su consumo desmedido y capitalismo rapaz. Para Paul Safranek (Matt Damon), emprender el viaje se vuelve una metáfora de la reducción que necesitan sus problemas existenciales, entre ellos, encontrar la manera de hacer feliz a su mujer (Kirsten Wiig). Subestimada y malentendida por la crítica, la cinta más reciente de Payne es, como las anteriores, una sátira y una meditación sobre las ambiciones individuales, las aspiraciones colectivas y la imposibilidad de encontrar la felicidad (o sentido de la existencia) en el exterior.
Otras Destacadas
Miss Sloane, de John Madden; The Shape of Water, de Guillermo del Toro; Steve Jobs, de Danny Boyle; El móvil, de Manuel Martín Cuenca; Av Cloverfield 1606, de Dan Trachtenberg; Beirut, de Brad Anderson; Page One: Inside the NY Times, de Andrew Rossi; Spiderman: Homecoming, de Jon Watts.
Decepciones
Star Wars Episodio VIII: El último Jedi, de Rian Johnson; Batman The Killing Joke, de Sam Liz; Overlord, de Julius Avery; The Cloverfield Paradox; de Julius Onah, La Momia, de Christopher Mcquarrie; Al final del túnel, de Rodrigo Grande.