Gobierno que multiplica para dividir
Hay multiplicaciones que resultan desastrosas, tales como las que el gobierno de México se empeña en hacer todos los días. No conformes, su cálculo político es tan cínico que saben que la única manera de perpetuar su 4T en el poder es dividiendo y polarizando hasta tener completamente cooptada a su base electoral sin posibilidades de lograr ningún tipo de maniobra.
El récord de este gobierno en multiplicar parece no tener precedente. Están multiplicando la violencia de manera alarmante. De acuerdo con cifras del Semáforo de Delitos de Alto Impacto, sólo en CDMX, entre enero y marzo, los secuestros se dispararon 550%; la extorsión aumentó 127%; el robo a negocio, 62%; los homicidios, 48%; el robo de vehículos, 46%, y el narcomenudeo, 31 por ciento.
Están multiplicando la pobreza. Si bien es cierto que la mejor política social es dar trabajo y generar condiciones para que todos puedan trabajar, el gobierno ha cancelado el apoyo que daba a las familias más pobres a través del programa Prospera para transferir esos recursos a subsidios clientelares. Cada vez que el gobierno cancela proyectos que generarían inversión y empleo, condena a miles a perder oportunidades de crecimiento y desarrollo. El propósito es quitarles el pan para darles migajas y generar mayor dependencia hacia el gobierno. Decisiones cuyo único objetivo es tener más clientelas electorales.
Están multiplicando el desempleo tomando malas decisiones que provocan salida de capitales y cierre de empresas. Esto sin contar los más de 10,000 servidores que fueron despedidos en 338 instituciones durante los primeros cuatro meses de esta administración.
Están multiplicando la carencia de medicinas en hospitales públicos, donde miles se quedan sin posibilidades de recibir tratamientos. Están multiplicando la mala educación, al cederle el control de la educación pública a grupos que defienden intereses de delincuentes y no de maestros con verdadera vocación y deseo de formar a millones.
Este gobierno multiplica la cancelación de proyectos estratégicos y con ello condena a México a un retroceso, cuyo impacto económico y social aún está por verse. ¿Y todo esto para qué? Para seguir dividiendo y polarizando, para dilapidar miles de millones en la compra de lealtades y votos para Morena (disfrazados de becas y todo tipo de dádivas).
Su lógica divide y vencerás funcionó para ganar las elecciones en el 2018, pero no puede ni debe prevalecer. Si lo permitimos, será difícil detener los efectos negativos de estas multiplicaciones. Si algo debemos multiplicar quienes queremos vivir en un país verdaderamente libre y próspero es la solidaridad y la fraternidad, pues sólo uniéndonos y ayudándonos podremos revertir las consecuencias de todos estos malos cálculos.