Sergio Moro afirma que es víctima de revanchismo
El actual ministro de Justicia de Bolsonaro se defiende de las filtraciones de chats sobre la posible parcialidad de su parte cuando llevó el caso de Lula
lula El expresidente ingresó a la cárcel al ser acusado por haber recibido sobornos de la constructora Odebrecht.
Hubo una invasión criminal (de celulares) por parte de un grupo organizado con el objetivo de invalidar condenas por corrupción”.
Sergio Moro, ministro de Justicia.
Brasilia. EL EXJUEZ y actual ministro de Justicia de Brasil, Sergio Moro, afirmó el día de ayer que los supuestos diálogos divulgados por The Intercept Brasil constituyen un ataque “sensacionalista” y un “revanchismo” por su trabajo, y no cuestionan su imparcialidad al frente de la operación Lava Jato.
“Pensé que saliendo de la magistratura y al asumir una posición de ministro, ese revanchismo, esos ataques a mi trabajo como juez que enfrentó la corrupción aplicando la ley, se acabarían. Pero por lo visto, me equivoqué”, afirmó Moro en una sesión de la Comisión de Constitución y Justicia del Senado. “Hubo una invasión criminal (de teléfonos celulares) por parte de un grupo organizado con el objetivo de invalidar condenas por corrupción y lavado de dinero u obstruir investigaciones en curso, que pueden afectar a personas poderosas, o simplemente atacar las instituciones brasileñas”, agregó el ministro, quien no reconoce la autenticidad de los mensajes, pero asegura que, de ser verdaderos, no muestran ninguna actitud incorrecta de su parte. La primera salva de filtraciones de presuntos mensajes de Moro y fiscales de Lava Jato apuntaron a la imparcialidad del exjuez de la mayor operación anticorrupción de la historia de Brasil y sugieren que pudo haber conspirado para mantener al expresidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva fuera de la carrera presidencial del 2018.
“NO CONOCÍA A BOLSONARO”
Moro negó haber tenido contacto alguno con Bolsonaro al proferir su primera sentencia, en julio del 2017.
“No conocía al presidente Jair Bolsonaro. Hubo un encuentro casual en un aeropuerto, si no me equivoco en el 2016, en un aeropuerto. Me lo crucé rápidamente y lo saludé. Nos encontramos nuevamente el 1 de noviembre del 2018, cuando formalizó su invitación para ser ministro”.
También alegó que en el sistema judicial brasileño el magistrado encargado de la instrucción deun proceso es el mismo que luego juzga el caso, “no es inusual que un juez converse con un abogado, con un fiscal, con la policía”.