Bancos en Bolsa resienten debilidad económica
• México tiene el primer quiebre bancario en pandemia; sin embargo, grupos financieros de Bolsa ya sufrían por ser un sector muy relacionado a la economía
• La política monetaria de los bancos centrales a nivel global es expansiva, al disminuir la tasa de interés, y eso no les favorece a estas instituciones financieras
El sector bancario mexicano sufre un fuerte castigo en el precio de sus acciones este año, en línea con sus pares internacionales, pues es muy sensible al desempeño económico, mismo que a nivel global ha sido golpeado por la pandemia del Covid-19.
En el primer semestre del año las acciones de los bancos que cotizan en el S&P/BMV IPC retroceden. Gentera tiene un desplome de 43.45%, Regional -41.74%, Banco del Bajío -38.30%, Santander -34.92%, Inbursa -31.22% y Banorte -24.54 por ciento. Este desempeño contrasta con el avance que tenían la mayoría de estos en los primeros seis meses del 2019.
“En general el sector bancario es muy sensible a la demanda por créditos y a las tasas de interés en general, los ingresos de los bancos son muy sensibles a las tasas de interés, y tienen una correlación positiva, es decir, a mayores tasas de interés, mayores ingresos de los bancos”, opinó en entrevista Luis Alvarado, analista de Capitales de Banco Base.
Abundó que actualmente la política monetaria de los bancos centrales a nivel global son expansivas, al disminuir la tasa de interés, y eso no les favorece a los bancos. En México desde agosto del año pasado ha bajado de 8.25 a 5 por ciento.
El fenómeno no es exclusivo de los bancos mexicanos. Los títulos del español Banco Santander caen 41.70%, los del inglés Barclays -36.31%, los del brasileño Bradesco -36.21%, los del estadounidense Bank of America retroceden -31.66%, la excepción es el alemán Deutsche Bank, que tiene un avance en el primer semestre de 22.37 por ciento, según datos de Refinitiv Eikon.
Precaución
A diferencia de la crisis del 2008, este shock no tiene su origen en el sector financiero, sino en la pandemia por el nuevo coronavirus, lo que diversos analistas consideran que es un factor a favor de los bancos en el mundo, sin embargo, en México ya se registró la primera quiebra de una institución de este tipo.
Banco Ahorro Famsa, que no tiene acciones enlistadas en la Bolsa Mexicana de Valores, anunció su quiebra hace tres días, lo que, aunque no ha provocado un efecto en las acciones de los bancos listados en el mercado local, sí da una mala percepción en el sector.
“Si quienes tienen ahorros en el banco ven que hay mucha gente tratando de sacar su dinero, aumentan sus retiros, y es algo que hemos visto desde el año pasado, clientes nos preguntan si es seguro mantener su dinero en el banco”, opinó Amín Vera, analista de Black Wallstreet Capital.
Añadió que mientras no encuentran atractivo el sector bancario mexicano, en Estados Unidos podría haber una oportunidad de inversión, pues aunque los títulos no han repuntado, tienen potencial en el mediano y largo plazos.
Eduardo López, analista bursátil de Ve por Más, es más optimista, pues refiere que la quiebra de Banco Famsa corresponde a un caso aislado con características muy específicas, y que, aunque hay riesgos en el sector por la debilidad económica actual, de manera general los bancos listados en la Bolsa mexicana en el mercado accionario tienen fundamentales sólidos.
Sin reacción
En los dos días posteriores al anuncio de bancarrota de Banco Ahorro Famsa, las acciones de los principales bancos que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores muestran un desempeño mixto, que corresponde más a movimientos naturales del mercado que a temores de un contagio en el sector, según López.
Las acciones de Grupo Financiero Banorte tienen un repunte de 1.18%, las de Inbursa 0.31%, Banco del Bajío 0.05%, en tanto que las de Gentera caen -5%, las de Regional -3.25% y BSMX -2.44% por ciento.
López Ponce descartó en entrevista que estos movimientos estén relacionados a la bancarrota de Banco Ahorro Famsa.
El especialista señaló que el desempeño de las acciones estaría más explicado por una toma de utilidades en el corto plazo, influenciada por el próximo comienzo de la temporada de reportes trimestrales.