Emergentes captan 32,100 mdd en junio
• América Latina y Asia concentran 76% de los flujos atraidos por los emergentes
Los mercados emergentes atrajeron 32,100 millones de dólares en junio, un flujo sustancialmente mayor de los 3,500 millones de dólares que captaron en mayo, evidenció el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por su sigla en inglés).
Este flujo supera los 29,500 millones de dólares captados por los emergentes en enero, el mes que hasta ahora había sido el de mayor entrada de recursos hacia este mercado.
Por regiones, los mercados de Asia y Latinoamérica, fueron los más buscados en junio, al concentrar entre ambos, 76% de los flujos atraídos por todos los emergentes en junio.
De acuerdo con cifras preliminares estimadas por los expertos del IIF, que asocia a las principales instituciones financieras internacionales, los mercados de Asia Emergente captaron 17,100 millones de dólares. Un flujo al que siguió el que consiguieron los latinoamericanos, que fue de 7,300 millones de dólares.
Dos análisis del IIF, evidencian que las inyecciones de liquidez que han realizado los bancos centrales para tratar de contrarrestar el deterioro de las condiciones financieras mundiales en la crisis por el Covid-19, alimentaron el buen ánimo de los inversionistas.
En uno de ellos, dedicado al “Panorama de América Latina: Espacio dispar de políticas”, consignan que los países emergentes de América Latina como México, Brasil y Chile, “han aprovechado la liquidez del mercado y el mejor ánimo de los inversionistas para realizar colocaciones a pesar de la incertidumbre”.
Destacaron los 6,000 mdd que emitió el gobierno mexicano el 22 de abril en tres bonos, con una demanda 4.7 veces mayor al monto ofrecido a una tasa de 5.06 por ciento.
Liquidez y cautela
El análisis del IIF consigna que los inversionistas están tomando participaciones en los países que cuentan con cuatro pilares clave: regímenes creíbles de metas de inflación, esquemas fiscales que operan bajo reglas específicas; mercados que cuentan con amortiguadores de liquidez y una gestión de riesgo responsable.
Y esgrimieron que la falta de flexibilidad cambiaria ha sido un obstáculo que podría complicar la recuperación posterior al Covid-19.