Fallo a favor de las energías limpias
Uno de los asuntos más controversiales que la secretaria de Energía, Rocío Nahle, presentó en medio de esta crisis sanitaria fue el “Acuerdo por el que se emitió la Política de Confiabilidad, Seguridad, Continuidad y Calidad en el Sistema Eléctrico Nacional” cuyo objetivo era frenar todos los proyectos relacionados con la generación de energías renovables, limitar la captación de nuevas inversiones y dotar de facultades meta-constitucionales a la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Sin embargo, después múltiples denuncias, incluyendo algunas gestionadas por una servidora en la Cámara de Diputados, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ordenó la suspensión de todas las medidas contenidas en este acuerdo, a petición de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece). Con esto refrendo la relevancia de nuestros órganos autónomos, así como la importancia de recuperar la confianza de la ciudadanía en nuestras instituciones.
Soy una convencida que toda acción que proteja la sana competencia económica debe ser promovida, por eso felicito ampliamente a Alejandra Palacios, presidenta de la Cofece, por su valentía y profesionalismo. México está viviendo la peor crisis económica desde que se tiene registro y lo único que logrará revertir esta situación es volver a generar un ambiente de certeza y confianza para las inversiones, particularmente en el sector energético. Afortunadamente, la decisión de la SCJN apunta hacia este objetivo, garantizando que todos los generadores de energías limpias podrán seguir operando como hasta antes de que se publicara esta política en el Diario Oficial de la Federación.
Cabe mencionar que esta decisión se alineó con la reciente entada en vigor del nuevo Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC); que también contempla mecanismos para la entrada de actores privados en el mercado de generación de energías limpias en las tres naciones. Este fue uno de los grandes avances del acuerdo; ya que, al incluir estas disposiciones, se reafirmó el compromiso de la región de América del Norte para ser un referente internacional en la lucha del cambio climático, así como un verdadero polo para la innovación.
Ahora, originalmente el T-MEC se pensó como una herramienta para el desarrollo y el fortalecimiento de la región, sin embargo, hoy debemos considerarlo como un último recurso para promover la recuperación y la reactivación económica. Y bajo esta premisa ¡el sector energético va a ser determinante! pues representa más de 15% de la Inversión Extranjera Directa que recibe nuestro país cada año.
Si bien la decisión de la SCJN suspende de manera temporal el acuerdo promovido por la Secretaria de Energía, confío que la presión del sector empresarial, el bloque opositor en el Congreso de la Unión, en conjunto con la sociedad civil, lograremos que pronto sea de manera definitiva. En pleno siglo XXI es una irresponsabilidad apostar por modelos de desarrollo basados en monopolios que a lo largo de la historia han probado ser ineficientes; incluso la CFE que venía operando con números negros acaba de reportar en el primer trimestre de este año, pérdidas 800% mayores a las registradas el año anterior.
Es hora de que la administración de mi paisano, el presidente López Obrador, genere confianza, ya que de lo contrario nos quedaremos atrapados en un ciclo interminable de decrecimiento económico. La división de poderes es la clave, y ésta no puede someterse a una visión ideológica de retroceso para nuestro país.