Hospitales privados, entre la pandemia y un mercado anárquico
Los directivos de hospitales privados coinciden con las cifras del gobierno y perciben que está cediendo la saturación hospitalaria al menos en el centro del país, aunque hay regiones donde apenas está por llegar la ola fuerte de contagios. Por lo pronto, la alianza de colaboración entre hospitales públicos y privados está renovada al 23 de julio y es probable se extienda al 23 de agosto, aunque se definirá en próximas semanas.
Conforme la plataforma de la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud), que lleva Héctor Valle, quien fue el principal impulsor de dicha alianza, hasta el pasado 3 de julio el Gobierno había transferido a hospitales privados 9,357 pacientes no Covid. De estos, ingresaron 7,533 a hospitalización, y han egresado ya 6,435. El IMSS es la institución que más ha aprovechado esta alianza pues la gran mayoría (86%) han sido transferidos desde sus hospitales; del ISSSTE han sido 1,073 (11%) y 249 del Insabi (3%). La Sedena ha transferido sólo 34 pacientes a hospitales privados. También participan la Marina (Semar) y Pemex, pero éstos no han transferido ningún paciente.
La gran parte de procedimientos cubiertos han sido partos, embarazos y puerperios (6,086 que es 65%); cesáreas un 18% (1,680) y en menor número otros procedimientos como hernias, apéndice, úlcera gástrica y otro tipo de cirugías.
Mario González Ulloa, presidente de la Asociación Nacional de Hospitales Privados (ANHP), nos comparte que ya llevan semanas con estabilización en la ocupación y ya no hay saturación, pues incluso en algunos de sus hospitales hay disponibilidad de camas Covid con respirador. En su muestra, más ubicada en el centro del país, el número de pacientes dejó de crecer.
En cambio, Javier Potes, del Consorcio Mexicano de Hospitales (CMH), cuya cobertura está más extendida por el país, ubica que hay regiones y ciudades donde aún no ha llegado con fuerza la pandemia y otras donde justo en estos días está llegando la ola intensa de contagios. Es el caso de Monterrey, Nuevo León, donde ya empezaron a registrar números alarmantes. Pero hay otras ciudades y estados como Hermosillo en Sonora donde aún esperan la primera ola intensa de la epidemia. En Villahermosa, Tabasco, pasa algo parecido.
Un punto que Javier Potes nos hace ver es que al no existir un patrón claro del comportamiento de la pandemia en todo el país, se han tomado decisiones con muy poca información. Y es el caso de las compras de insumos hospitalarios -medicamentos, equipos y material diverso- donde ha habido sobreprecios inauditos, no sólo por sobredemanda y oferta insuficiente, sino también por abuso de distribuidores, revendedores y fraudes.
En este sentido al CMH le cayó perfecta la propuesta de SAP -líder en el mercado de software empresarial-, de permitirle el uso gratuito por 45 días de su plataforma tecnológica de información del sector para tener una visión más clara de demanda e inventarios y así planear y ejecutar mejor sus compras, por ejemplo, de equipos de protección para personal.
Y es que, a diferencia de la ANHP que integra a las grandes cadenas de hospitales en México, en el caso del consorcio son hospitales más bien medianos y pequeños pero en muchos casos los más representativos de cada ciudad en México. De hecho en principio sólo participarán 20 de los 43 nosocomios del CMH que son los más preparados para dar el paso hacia la digitalización.
El enfoque de esta colaboración con SAP no es para hacer compras consolidadas de hospitales privados buscando ahorros -que eso ya lo hacen desde hace tiempo-, sino de adquirir eficaz y oportunamente los insumos adecuados para cuidar la seguridad de empleados, médicos, enfermeras y los mismos pacientes. Una importante forma de colaboración en el sector hospitalario para enfrentar un mercado de insumos que con la pandemia se volvió totalmente anárquico, lo cual hay que detener para no dificultar más el de por sí difícil acceso a la salud.