Concacaf o Libertadores, un valor dividido
• México dejó de participar en torneos sudamericanos hace cinco años. La Libertadores le dejaba el doble de ingresos por transmisiones y una alta exigencia a los jugadores, pero Concacaf le ofrece una ventana comercial más explotable
Francisco Palencia corre con el balón dominado, observa a sus compañeros, pero no los escucha ante el bullicio absorbedor de La Bombonera de Boca Juniors. Es un escenario similar al que vive Marco Fabián en el estadio Beira-río de Porto Alegre, aunque a él no le importa que no lo escuchen; al minuto 43, saca un potente disparo de derecha que le da vida a su equipo ante un gigante de Brasil, el Internacional.
Palencia en 2001 y Fabián en 2010, con Cruz Azul y Chivas, lograron llegar a una final de Copa Libertadores en los 18 años que México participó en este torneo sudamericano (también Tigres en 2015). Pero eso se acabó en 2016, cuando la Federación Mexicana de Futbol (FMF) decidió terminar el vínculo y enfocarse solo a las copas de su región: Concacaf.
Desde entonces, la FMF y la Liga MX han decidido voltear más al Norte que al Sur, ya que además de participar en la Liga de Campeones de la Concacaf, han creado, en conjunto con la MLS, dos nuevos torneos que no tienen validez oficial pero sí ingresos en dólares.
Así surgieron la Campeones Cup (en 2018), donde se enfrentan el campeón de la MLS y el campeón de campeones de la Liga MX, y la Leagues Cup (en 2019), donde compiten cuatro equipos estadounidenses y cuatro mexicanos; ambos torneos se juegan en verano.
No tienen reconocimiento oficial de Concacaf, pero sí generan alta afluencia gracias a los más de 10 millones de mexicanos que viven en Estados Unidos, de acuerdo con cifras del Instituto de Política Migratoria de aquel país (2019).
Debido a eso, la Leagues Cup logró reunir 122,884 aficionados en siete partidos durante 2019; si cada boleto costó al menos 50 dólares, fue un ingreso total de 6.1 millones de dólares para los organizadores solo por concepto de taquilla.
“Ahorita hay una intención de unirnos más con Estados Unidos (MLS) por temas económicos más que deportivos; en el tema deportivo va a salir ganando más EU y en el económico México seguramente crecerá, y se entiende por la pandemia, pero no es lo ideal”, menciona a El Economista, Miguel España, quien dirigió a Pumas en Copa Libertadores en 2006.
Pero para Javier Salinas, quien fungió como director de mercadotecnia y comercialización de la Liga MX entre 2012 y 2014, los torneos en Concacaf abren una puerta económica más explotable. Además, señala a este diario que México siempre fue visto “como un intruso” en Sudamérica:
“No creas que nos quieren mucho, siempre fuimos invitados. Cuando uno iba a jugar Libertadores allá, desde la cancha hasta el roce con las directivas fue muy ríspido, a México se le ve como un intruso, entonces es preferible un plan a mediano plazo para desarrollar mejor tu área (Concacaf).
“Ese puede ser un camino más lógico y, comercialmente hablando, más atractivo con nuestro principal socio comercial (Estados Unidos), con el que tenemos el Tratado de Libre Comercio (TLC) y un amplio flujo migratorio. Se le puede sacar más provecho que ir a jugar contra equipos bolivianos o paraguayos que, comercialmente, no le representan nada a México”.
Ingresos: transmisiones, marcas y taquilla
La Copa Libertadores le daba a los clubes mexicanos el doble de ingresos por sus derechos de transmisión que la Concachampions, aunque no se tiene una estimación exacta del monto, de acuerdo con el análisis de Javier Salinas. La razón es que los equipos de Sudamérica tienen más años de historia y logros, lo que ensancha sus valores de transmisión.