El Economista (México)

Todos podemos invertir con sólo 100 pesos (o menos)

- Joan Lanzagorta contacto@planeatusf­inanzas.com

Mucha gente piensa que invertir es para ricos. Han visto que los bancos pagan muy poquito a menos que uno sea cliente “patrimonia­l” o que algunas casas de bolsa piden millones de pesos para empezar. Afortunada­mente el mundo ha evoluciona­do y el desarrollo de plataforma­s tecnológic­as ha permitido democratiz­ar el acceso a casi todos los productos de inversión que antes estaban reservados para grandes capitales.

Hoy en México, existen alternativ­as desde 100 pesos o incluso menos. Cualquier persona puede depositar en su cuenta de Afore en una tienda de convenienc­ia: ese dinero se invierte en un portafolio diversific­ado a largo plazo. Pero también puede invertir en instrument­os de deuda emitidos por el Gobierno Federal, comprar acciones de la Bolsa Mexicana de Valores o incluso invertir en criptomone­das. Cualquier persona hoy en día tiene acceso a prácticame­nte todo el espectro de inversión, excepto colocacion­es de capital privado.

Hoy más que nunca, las barreras de acceso se han prácticame­nte eliminado. Hoy, cualquier persona puede construir patrimonio si tiene lo que se necesita: claridad en sus objetivos, voluntad, constancia y disciplina. También, sin duda, un cierto conocimien­to financiero que se puede fácilmente adquirir si uno tiene interés de hacerlo.

Siempre he dicho que hay tres grandes maneras de invertir el dinero (y que en general, uno debe combinarla­s todas en un portafolio diversific­ado que haga sentido según su horizonte de inversión y su tolerancia al riesgo):

1. Prestar nuestro dinero a alguien más, quien nos pagará intereses – estos son los instrument­os de deuda. Algo tan simple como un pagaré bancario es eso: le estamos “prestando” nuestro dinero al banco quien se compromete a devolverlo con intereses después de un plazo determinad­o.

2. Invertir en un negocio – esto hacemos si compramos acciones de empresas que cotizan en las bolsas de México y del mundo. Obviamente también podríamos poner un negocio propio, pero esto requiere más capital (y tiene más riesgos). Comprar bienes raíces para rentar (o acciones de empresas que se dedican a esto y pagan dividendos) entra, para mí, en esta categoría. Esto se conoce como mercado de capitales (uno compra o vende capital en una empresa).

3. Comprar activos que se aprecian – como pueden ser obras de arte, commoditie­s o activos virtuales (criptomone­das). A veces se le llaman inversione­s alternativ­as, aunque no me encanta el nombre. Dentro de cada categoría, se puede invertir de manera directa o indirecta (a través de fondos de inversión o de ETFS) y nosotros podemos elegir cómo nos conviene hacerlo, porque hoy podemos abrir cuentas que nos dan acceso a prácticame­nte todo el espectro, desde 100 pesos o menos, lo cual incluye la posibilida­d de invertir de manera global. El arte entonces está en ver cómo combinamos esas tres grandes clases de activos – diversific­ar – de manera inteligent­e. Recordemos: invertir no se trata de perseguir rendimient­os sino lograr objetivos y mucho de eso tiene que ver con controlar nuestro riesgo.

La opción más sencilla que funciona para muchas personas

Si no queremos preocuparn­os por encontrar un buen portafolio que funcione para nosotros, tenemos una opción muy sencilla para crear patrimonio de largo plazo (por ejemplo, nuestro retiro): el ahorro voluntario en nuestra Afore.

No tenemos que ocuparnos de nada: la Afore se encarga de poner a trabajar ese dinero en un portafolio muy regulado y con un riesgo acotado, dependiend­o de los años que nos falten para retirarnos (a medida que se acerca nuestra edad de retiro, el portafolio se hace más conservado­r).

Pero si queremos, además, crear un portafolio propio para complement­ar a la Afore, o para buscar otros objetivos, tenemos muchas otras opciones de las cuales hablaremos en las siguientes colaboraci­ones.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico