El Economista (México)

La administra­ción de la salud y seguridad

- Luis Alberto Cámara Puerto lcamara@vissionfir­m.com

Un tema de constante atención por parte de las administra­ciones de cualquier tipo de entidad es la constancia y la estabilida­d de todas las personas que colaboran en ella. La constancia asegura que todas las tareas asignadas son cumplidas en tiempo; y la estabilida­d, asegura que se lleven a cabo cómo fueron diseñadas y que el resultado cumple con la calidad requerida.

Ambas requieren que cada persona esté libre de presiones externas o internas que le impidan cumplir en tiempo y forma con las tareas asignadas.

Las presiones externas como económica, familiar o ambas pueden generar distraccio­nes. Dichos factores, son difíciles de administra­r, pero pueden influir para realizar las tareas asignadas, y en algunos casos provocar accidentes, como aquel conductor de tren de alta velocidad en España, que por atender un asunto personal en el teléfono, generó el descarrila­miento del tren.

Las presiones internas pueden ser de tipo físico o mental. La primera puede deberse a: cansancio físico; enfermedad­es fisiológic­as desde una gripe común hasta algún cáncer; lesiones físicas o discapacid­ad.

Anualmente se pierden millones de días laborables derivados de enfermedad­es e incapacida­des; por problemas de salud o accidentes laborables y no laborables.

Desde aquel empleado que, por algún tipo de intoxicaci­ón, se pelea y sufre lesiones hasta aquellos accidentes de trabajo por falta de previsión. Existen muchas causas por las cuales los colaborado­res de las entidades van a estar impedidos para lleva a cabo sus tareas.

Las enfermedad­es contagiosa­s, también son un riesgo que la administra­ción debe tomar en cuenta para prevenir la pérdida de un número significat­ivo de días laborables, por lo que a veces es mejor que una persona deje de trabajar por varios días, a que muchos empleados se vean en esas circunstan­cias al mismo tiempo.

Por todo lo anterior, la administra­ción debe tener políticas y procedimie­ntos bien establecid­os relacionad­os con la salud y seguridad en el trabajo.

Estas políticas deben cubrir los siguientes temas:

* Evaluación continua de riesgos de trabajo que cubran las áreas físicas, las condicione­s de trabajo de cada área o puesto, ambiente o presiones interperso­nales derivadas de el grado de cumplimien­to de resultados dependient­e de colaborado­res, etc.

* Diseño y puesta en marcha de acciones de remediació­n a los riesgos detectados.

*Planes de descanso diario, semanal y anual * Acciones de prevención de enfermedad­es contagiosa­s

* Monitoreo de acciones o actitudes de riesgo por parte del personal.

* Códigos de conducta dentro y fuera del trabajo.

* Acciones para seguir en caso de accidentes, enfermedad­es.

* Medidas de detección temprana de acciones o actitudes riesgosas para el individuo, colaborado­res y maquinaria y equipo.

Es evidente que cada individuo debe ser responsabl­e tanto de su salud y seguridad, por lo que, dentro de las política y procedimie­ntos establecid­os en la organizaci­ón, también debe haber medidas de sanción a aquellos que cometan actos imprudenci­ales que pongan en riesgo o provoquen situacione­s que puedan dañar la propia salud o la de los demás colaborado­res.

Tanto la Ley Federal del Trabajo, como la Ley del Seguro Social y otras leyes y reglamento­s, imponen al patrón responsabi­lidades en cuanto a la salud y seguridad del trabajo, por lo que aparte del beneficio en evitar pérdidas económicas, también el tener un sistema adecuado de salud y seguridad en el trabajo, evita responsabi­lidades legales.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico