La administración de la salud y seguridad
Un tema de constante atención por parte de las administraciones de cualquier tipo de entidad es la constancia y la estabilidad de todas las personas que colaboran en ella. La constancia asegura que todas las tareas asignadas son cumplidas en tiempo; y la estabilidad, asegura que se lleven a cabo cómo fueron diseñadas y que el resultado cumple con la calidad requerida.
Ambas requieren que cada persona esté libre de presiones externas o internas que le impidan cumplir en tiempo y forma con las tareas asignadas.
Las presiones externas como económica, familiar o ambas pueden generar distracciones. Dichos factores, son difíciles de administrar, pero pueden influir para realizar las tareas asignadas, y en algunos casos provocar accidentes, como aquel conductor de tren de alta velocidad en España, que por atender un asunto personal en el teléfono, generó el descarrilamiento del tren.
Las presiones internas pueden ser de tipo físico o mental. La primera puede deberse a: cansancio físico; enfermedades fisiológicas desde una gripe común hasta algún cáncer; lesiones físicas o discapacidad.
Anualmente se pierden millones de días laborables derivados de enfermedades e incapacidades; por problemas de salud o accidentes laborables y no laborables.
Desde aquel empleado que, por algún tipo de intoxicación, se pelea y sufre lesiones hasta aquellos accidentes de trabajo por falta de previsión. Existen muchas causas por las cuales los colaboradores de las entidades van a estar impedidos para lleva a cabo sus tareas.
Las enfermedades contagiosas, también son un riesgo que la administración debe tomar en cuenta para prevenir la pérdida de un número significativo de días laborables, por lo que a veces es mejor que una persona deje de trabajar por varios días, a que muchos empleados se vean en esas circunstancias al mismo tiempo.
Por todo lo anterior, la administración debe tener políticas y procedimientos bien establecidos relacionados con la salud y seguridad en el trabajo.
Estas políticas deben cubrir los siguientes temas:
* Evaluación continua de riesgos de trabajo que cubran las áreas físicas, las condiciones de trabajo de cada área o puesto, ambiente o presiones interpersonales derivadas de el grado de cumplimiento de resultados dependiente de colaboradores, etc.
* Diseño y puesta en marcha de acciones de remediación a los riesgos detectados.
*Planes de descanso diario, semanal y anual * Acciones de prevención de enfermedades contagiosas
* Monitoreo de acciones o actitudes de riesgo por parte del personal.
* Códigos de conducta dentro y fuera del trabajo.
* Acciones para seguir en caso de accidentes, enfermedades.
* Medidas de detección temprana de acciones o actitudes riesgosas para el individuo, colaboradores y maquinaria y equipo.
Es evidente que cada individuo debe ser responsable tanto de su salud y seguridad, por lo que, dentro de las política y procedimientos establecidos en la organización, también debe haber medidas de sanción a aquellos que cometan actos imprudenciales que pongan en riesgo o provoquen situaciones que puedan dañar la propia salud o la de los demás colaboradores.
Tanto la Ley Federal del Trabajo, como la Ley del Seguro Social y otras leyes y reglamentos, imponen al patrón responsabilidades en cuanto a la salud y seguridad del trabajo, por lo que aparte del beneficio en evitar pérdidas económicas, también el tener un sistema adecuado de salud y seguridad en el trabajo, evita responsabilidades legales.