México, energía limpia: cortedad
En la era en la que las energías limpias están irrumpiendo en el mundo como la alternativa, México arranca sin fuerza y todo apunta a que se quedará corto en el cumplimiento de sus propias metas.
El diagnóstico de por sí grave y preocupante, lo es más si se considera que el gobierno actual no podrá cumplir con sus propios objetivos, por las políticas energéticas que viene aplicando y, su consecuencia: la disminución de las inversiones privadas en la generación de energías limpias.
El mundo vive una revolución de la energía limpia. El estudio, titulado “Energy [R]evolution: A Sustainable World Energy Outlook” (“[R]evolución energética: Un panorama sustentable de la energía mundial”), calcula que la inversión necesaria para crear un planeta con baja emisión de gases invernadero daría origen a una industria de ¡360,000 millones de dólares anuales!
Es una revolución que avanza aceleradamente a nivel internacional. Las energías renovables serán en 2025 la principal fuente de electricidad en el mundo, según las últimas proyecciones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
En contraste, el gobierno de México le apuesta a los combustibles fósiles: petróleo, carbón y electricidad, generada mayoritariamente con combustóleo. Esa es la apuesta, a través de las recientes iniciativas de Ley de la Industria Eléctrica y de Hidrocarburos. Ambas están siendo impugnadas en la Corte. La Comisión Antimonopolios, por razones de competencia económica ha interpuesto sendas controversias constitucionales. En ese contexto, el propio organismo autónomo realizó un estudio -por cierto, previo a la Ley de la Industria Eléctrica- sobre el tema y su conclusión plantea dos escenarios.
Y en ninguno de los dos este gobierno podrá alcanzar su meta de producción de energía limpia de 35% del total de la producción energética para el cierre del sexenio.
Aunque en este año 2021 sí se cumplirán las Metas de Energía Limpia, para el final de este gobierno habrá un rezago y en particular en energía renovable, por la desaceleración de la inversión en energías limpias, y en particular en energía renovable.
En los años posteriores al que está en curso, la reducción de las inversiones se traducirá en que, en el año 2024, en el escenario A se alcanzaría únicamente el 33.6% y el 29.8% en el escenario B, frente a la meta de alcanzar el 35% de generación limpia.
La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) que preside Jana Palacios advierte que México registrará un déficit de 6,700 MW de energía eólica para el año 2024, el año en el que terminará este gobierno, de acuerdo con su escenario B ó de 8,300 MW de energía fotovoltaica.
Para evitar tales escenarios el gobierno mexicano tendrá que destinar inversión pública suficiente. Hasta ahí el análisis de Cofece. La gran pregunta es si el modelo energético lopezobradorista podrá con los costos que implica el fortalecimiento de Petróleos Mexicanos --que ha sido considerado como un pozo sin fondo por la mayoría de los analistas--, por un lado.
Y las inversiones que requiere la Comisión Federal de Electricidad, que también registra importantes pérdidas.
Otra interrogante a despejar es si la política energética del actual gobierno encajaría con la de sus vecinos, EU y Canadá, que buscan encabezar la multimillonaria industria de las energías limpias.
Sólo el tiempo, nos dará la respuesta, pero desde ahora, todo conduce a pensar que vamos en sentido contrario al rumbo que está tomando el mundo en materia de energía.
Atisbos
PYMES.- La financiera Supply Credit llevó a cabo su reunión de acreedores e inversionistas, la encabezaron Alan Castellanos Carmona y Alejandro Cruz Bermea, Presidente y Director General.
A ocho años de que arrancó la empresa tiene presencia en 14 estados y una colocación de 85,000 créditos.
Se enfoca principalmente al Crédito de Consumo con descuento por nómina y el crédito de mejoramiento de vivienda, y prevé arrancar este año su estrategia de factoraje y crédito PYME.