Grupos tipo Qanon podrían desestabilizar las democracias
•Servicios de inteligencia franceses temen que la expansión de este tipo de células trastoquen las raíces tradicionales de la política
París. "No es un virus", dice Monique Lustig bajo un paraguas lleno de mensajes en holandés contra la vacunación. En Alemania, Hellmuth añade: "El covid es una fábula de la mafia financiera internacional". "¿Y si en realidad estuviéramos en una película?", pregunta el francés Christophe Charret.
Desde La Haya hasta Stuttgart, pasando por París, todos ellos aseguran que luchan contra el "control de las conciencias", contra las redes "pederastas", contra la "pandemia" inventada por una casta gobernante con planes sombríos.
Se consideran defensores de un "discurso alternativo" a las verdades oficiales y siguen el ejemplo de los Qanon estadounidenses para plasmar en las redes sociales su visión conspiracionista de la actualidad.
Fueron expulsados de Twitter o Youtube y se sienten perseguidos. Han optado por plataformas secundarias para intercambiar información -la mayor parte falsa- que, según ellos, ocultan los medios de comunicación "convencionales".
Están los Qanon, los ultraprotestantes, los antivacunas, los populistas de derecha, los ecologistas adeptos a terapias alternativas, empresarios, artesanos, desempleados e incluso hasta médicos.
Un equipo heterogéneo en pleno ascenso que preocupa a los servicios de inteligencia, que temen que desestabilicen las democracias.
"La conspiración está en auge en las redes sociales, vemos que también se organiza en células clandestinas. Evidentemente es una amenaza", advierte el coordinador nacional de la inteligencia francesa Laurent Nunez, quien reconoce que las "teorías Qanon llegan a Francia".
En las redes sociales los grupos europeos Qanon o vinculados a ellos pululan y se juntan. Los Décodeurs en Francia tienen más de 30,000 abonados en Telegram, figuras conspirativas alemanas como Attila Hildmann y Xavier Naidoo cuentan con más de 100,000, y el británico Charlie Ward, que difunde casi cada quince minutos a sus seguidores montajes pro-trump, llega a casi 150,000.
Un viaje “hacia el otro lado”
"Hay un cóctel en marcha: el debilitamiento del tejido socioeconómico, un fuerte movimiento de expresión contestatario de las plataformas digitales donde es fácil transmitir discursos conspirativos, y el calendario electoral", afirma una fuente de la comunidad de inteligencia en Francia.
Según un estudio publicado en septiembre de 2020, un tercio de los alemanes cree que "potencias secretas" controlan el mundo. "Qanon es un punto de convergencia para los grupos de extrema derecha, las personas que creen en los ovnis, los que piensan que la 5G se usará para controlar a la gente", explica Tom de Smedt, un investigador belga autor de varios estudios sobre el auge del movimiento en Europa.
"La élite global se está aprovechando de la situación para crear una nueva sociedad. Somos miles aquí convencidos de que no es una pandemia", agrega Ard Pisa desde La Haya, un exbanquero reconvertido en la defensa de la medicina alternativa para curar el cáncer.
Lo más peligroso no son unos cuantos radicales, sino esta especie de mar de fondo que suscita la desconfianza en las instituciones”.
Sylvain Delouvée, INVESTIGADOR FRANCÉS.