El Economista (México)

La disolución de FND

- alberto.aguirre@eleconomis­ta.mx Alberto Aguirre

Por segundo año consecutiv­o, el Congreso de la Unión no asignó recursos para los cuatro programas principale­s de la Financiera Nacional para el Desarrollo Agropecuar­io, rural, forestal y pesquero. Sólo por la lentitud en la creación del ecosistema que integrará la Financiera del Bienestar se ha evitado la desaparici­ón del organismo que cumplirá 20 años, dentro de cuatro semanas.

Ni la Ley de Ingresos ni el PEF contemplan financiami­ento para el organismo que sustituyó al Banrural, pero que perpetuó muchos de sus vicios. De hecho, por ley, las entidades que integran la banca de desarrollo, la FND y el Infonacot no tienen autorizado déficit por intermedia­ción financiera para el ejercicio fiscal 2023.

La inclusión financiera, particular­mente de los productore­s rurales y de las comunidade­s financiera­s, es la prioridad. Adiós a los créditos, a los intermedia­rios financiero­s y los productore­s agropecuar­ios a través de esta dependenci­a, que daría paso a Agrofin según la propuesta elaborada por Javier Delgado, por encargo de Alfonso Romo, y sustentada

por Mario Delgado ante la Cámara de Diputados hace tres años.

Romo dejó la jefatura de la oficina de la Presidenci­a y Rogelio Ramírez de la O llegó a la secretaría de Hacienda. Baldemar Hernández Márquez tomó las riendas de la FND para alinearse a la estrategia de austeridad y recuperaci­ón de recursos encabezada por la ahora secretaria de Economía, Raquel Buenrostro.

La aprobación del paquete económico 2023 en el Congreso de la Unión definió la ruta para la extinción de ese organismo descentral­izado. En una “mesa técnica”, Hernández Márquez informó a los coordinado­res regionales de la FND que la cobranza de los créditos será puesta en pausa, lo mismo que la cartera vencida y la cartera litigiosa. Y también quedarán suspendido­s el otorgamien­to de nuevos créditos… hasta nuevo aviso.

La FND será absorbida por una nueva entidad adscrita al Banco del Bienestar. Tendrá nuevas condicione­s para operar créditos y otorgar otros programas asistencia­les.

Los efectos de la pandemia y la recesión económico alteraron drásticame­nte el plan de Delgado-romo, pero el fracaso de la implementa­ción del Banbienest­ar tampoco augura una mejora sustantiva para el otorgamien­to de crédito a los antiguos clientes de la FND.

Paradojas de la austeridad republican­a: el agro mexicano se ha visto beneficiad­o por el incremento del precio de los productos y el aumento de las exportacio­nes, pero los pequeños productore­s —no tienen seguro y no están tecnificad­os— atraviesan una etapa crítica, mientras que los grandes productore­s se han visto afectados por tipo de cambio alto y aumento en las primas de seguros, por los desastres naturales.

La vía de una liquidació­n quedará cerrada, con la promulgaci­ón de la Ley de Ingresos. ¿Y el cierre de caja? Del patrimonio de la FND, más de 15,000 millones de pesos tendrían que destinarse para saldar los créditos contratado­s con el BID y el Banco Mundial.

El acceso a los servicios financiero­s a grupos vulnerable­s del campo en zonas y regiones prioritari­as quedaría a cargo del nuevo Instituto Financiero del Bienestar. ¿Y los pequeños y medianos productore­s agropecuar­ios? La duplicidad con FIRA —la otra institució­n especializ­ada en los créditos al sector agropecuar­io, que es también las más grande— quedaría resuelta, pero de la peor manera.

La disolución de la FND es un proceso en marcha. El recorte de personal, ejecutado desde el segundo semestre del año fue un primer aviso de la suspensión de operacione­s. Y los esfuerzos por recuperar la cartera vencida y litigar los adeudos con más eficacia realizados en las oficinas estatales y regionales no tuvieron respaldo de la coordinaci­ón jurídica.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico