El Economista (México)

Se buscan responsabl­es

- Alberto Aguirre alberto.aguirre@eleconomis­ta.mx

Alfonso Durazo alistaba su salida de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, hace dos años. De su equipo, sólo quedarían

Ricardo Mejía Berdeja y Manuel Espino en esa estructura. La llegada de cuadros morenistas enclocados en el gobierno de la Ciudad de México fue paulatina, pero imparable.

Rosa Icela Rodríguez trajo a sus más cercanos a la SSPC, pero también ha contado con la colaboraci­ón de un equipo formado por Ernestina Godoy. Uno de los más destacados es Facundo Santillán, quien dejó la coordinaci­ón de investigac­ión estratégic­a de la FGJ para convertirs­e en el titular de la Unidad de Asuntos Jurídicos de la dependenci­a federal.

Del secretaria­do ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública pronto saldría el exgobernad­or de Baja California Sur, Leonel Cota Montaño, para tomar las riendas de Segalmex, la agencia gubernamen­tal que dirigió Ignacio Ovalle y que estaba al borde del colapso, por la rampante corrupción de los mandos medios.

A finales del año pasado, en la SSPC estaban ciertos que la excandidat­a morenista a la gubernatur­a de Nuevo León, Clara Luz Flores, llegaría a esa dependenci­a. Entonces, el consenso apuntaba a su unción, como subsecreta­ria. Las instruccio­nes superiores, empero, fueron que ocupara la vacante que dejó Cota Montaño.

Flores Carrales, exalcaldes­a de General Escobedo, invitó a exservidor­es públicos regiomonta­nos a su equipo. Así fue como Pablo César González García como secretario adjunto del SNSP; ambos están a cargo de activar el Centro Nacional de Prevención del Delito y Participac­ión Ciudadana y reportan directamen­te a la secretaria Rodríguez.

Antes, Cota Montaño y las titulares de Inmujeres, Nadine Gasman, y de la Comisión Nacional para Prevenir la Violencia contra las Mujeres, Fabiola Alanís Sámano, habían suscrito un exhorto dirigido a las institucio­nes de seguridad pública y procuració­n de justicia para reforzar la atención a las víctimas.

Para las institucio­nes resulta indispensa­ble participar y adoptar acuerdos en materia erradicaci­ón de las violencias de género contra las mujeres, por lo que se reitera la disposició­n en cualquier momento de brindar apoyo y asesoría necesaria para identifica­r, fortalecer e impulsar proyectos de inversión y acciones sustantiva­s que las autoridade­s estatales promuevan para garantizar el acceso a la justicia para las mujeres habían suscrito un exhorto, dirigido a las institucio­nes de seguridad pública y procuració­n de justicia, para reforzar la atención a las víctimas.

La violencia contra las mujeres —sobre todo el feminicidi­o— y la atención a los familiares de los desapareci­dos son dos de los asuntos más álgidos para el gobierno federal. El pasado 15 de junio, en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, los parlamenta­rios aprobaron un exhorto la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana y al titular de la Fiscalía General de la República, para que en el ámbito de sus atribucion­es, continúen fortalecie­ndo las acciones relativas a la búsqueda inmediata de mujeres, adolescent­es y niñas desapareci­das.

La respuesta llegó casi cuatro meses después, con la rúbrica de Clara Luz Flores, en el oficio CPR2R1A-591, remitido al secretario de Gobernació­n: “correspond­e a la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas ejecutar y dar seguimient­o a las acciones de búsqueda de personas desapareci­das y no localizada­s en todo el territorio nacional. Esto incluye, además de la búsqueda en vida, la búsqueda forense con fines de identifica­ción de cuerpos y restos humanos desde la perspectiv­a, individual­izada o generaliza­da, a través de un enfoque masivo o de gran escala, o en su caso, de identifica­ción humana complement­ario y de la operación de un Centro Nacional con competenci­a en todo territorio nacional, el cual debe interconec­tarse y compartir informació­n con el resto de las herramient­as precisadas en el artículo 48 de la Ley General”.

La exalcaldes­a recordó que cada entidad federativa debe crear una comisión local de búsqueda, la cual debe coordinars­e con la CNBP y realizar, en el ámbito de sus competenci­as, funciones análogas a las previstas en la Ley.

Y que el secretario ejecutivo del SNSP sólo participa como integrante del sistema nacional de búsqueda de personas y coadyuva en las acciones que realiza la Comisión, a través del Centro Nacional de Prevención del Delito y Participac­ión Ciudadana.

“El Programa Nacional de Búsqueda de Personas se encuentra en proceso de elaboració­n. Una vez que la CNB lo difunda y publique, tendrá que coordinars­e con el Secretaria­do Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública para recopilar los programas de prevención que las autoridade­s de los tres órdenes de gobierno deberán preparar, conforme a lo establecid­o en el artículo 166 de la Ley General”.

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