El Economista (México) - Autos
Guerra de impuestos Estados Unidos-China
En medio de las crecientes tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, el presidente Donald Trump busca imponer aranceles por 60,000 millones de dólares a las importaciones chinas y apuntará a diversos sectores de tecnología, telecomunicaciones y autos.
Es probable que Trump se dirija a las empresas chinas de alta tecnología para castigar a China por sus políticas de inversión que obligan a las empresas estadounidenses a renunciar a sus secretos tecnológicos a cambio de poder operar en el país, así como por otras prácticas de propiedad intelectual que Washington considera injustas. China sostiene que, como economía en desarrollo, debe tomar ciertas medidas para proteger su industria de los rivales internacionales más avanzados.
En el caso de los automóviles, por ejemplo, los fabricantes globales só- lo pueden operar en el mercado automotriz más grande del mundo, a través de empresas conjuntas ( joint ventures) con socios locales, con una participación limitada a 50%, como parte de un impulso del gobierno para proteger a las empresas de automóviles locales. El director general de Tesla, Elon Musk, escribió en Twitter a principios de este mes que las barreras comerciales de China crearon un campo de juego injusto y que era “como competir en una carrera olímpica con zapatos de plomo”. Pekín encabeza un importante impulso hacia los vehículos eléctricos con estrictas cuotas establecidas para el próximo año. China también impone un arancel de 25% sobre los vehículos importados, frente a un impuesto de importación de 2.5% en los Estados Unidos.