¿Viene en camino la estabilidad?
Me temo que el efecto del debate que el lunes por la noche sostuvieron Clinton y Trump, y que favoreció a la candidata demócrata, no es suficiente aún para pensar en el regreso de la estabilidad.
El hecho de que el peso haya ganado 50 centavos al dólar desde los momentos previos al debate hasta la tarde de ayer, no es algo que pueda considerarse irreversible.
Los analistas políticos norteamericanos no dan por perdido a Trump. Recuerdan que hace cuatro años, Mitt Romney ganó el primer debate de candidatos presidenciales a Obama, y al final, el demócrata remontó.
Trump también pareció venirse abajo tras la Convención Demócrata, y luego repuntó.
¿Cuál fue el mensaje que los mercados financieros captaron tras el debate? Que Trump no es invencible en los debates y que Hillary Clinton no se va a derrumbar en ellos.
Había temor. Por esa razón, minutos antes del debate el dólar interbancario estaba en 19.90 pesos, actuando de nuevo como “termómetro electoral” en EU.
Pero, el regreso a 19.39 pesos ayer, apenas pone la cotización a los niveles del 15 de septiembre. Estamos aún muy lejos de los 18.28 a los que se llegó a cotizar la divisa norteamericana el pasado 6 de septiembre.
Sin embargo, si además de los resultados del debate, las nuevas encuestas revelaran una marcada inclinación hacia Hillary, habría un segundo efecto sobre la paridad y no sería extraño ver niveles cercanos a los 19 pesos esta misma semana.
Otro de los impactos que podría tener el resultado del debate y eventualmente de los cambios en la intención de voto en las encuestas, es que tal vez el Banco de México ya no aumente las tasas de interés mañana, como se anticipaba. Pero, tampoco es seguro.
Tengo la sensación de que estamos lejos de poder respirar tranquilos. Faltan 42 días para que se realicen las elecciones norteamericanas y Trump ha demostrado que se puede recuperar de los tropiezos.
Tampoco podemos estar seguros de que no vayan a ocurrir eventos imprevistos, como un atentado terrorista, que eventualmente pueda cambiar las intenciones de voto de los electores en Estados Unidos.
En suma, creo que todavía podemos tener una “montaña rusa” en la cotización del peso frente al dólar.
La estabilidad aún se ve lejana.
EL TAMAÑO DEL ESFUERZO Durante los últimos 14 años, desde el 2002, el gasto público que finalmente se ejecuta ha resultado siempre ser mayor al autorizado en el Presupuesto de Egresos.
El año en el que esta diferencia fue mayor, en términos de puntos del PIB, fue 2008. Se aprobó un Presupuesto equivalente a 20.8 por ciento del PIB, pero se ejecutó un gasto de 23.4 por ciento, como un recurso anticícliclo.
El siguiente año en el que habrá más diferencia será 2016. El Presupuesto aprobado se estimaba en 24.7 por ciento del PIB y se calcula que termine en 27.2 por ciento.
El temor de las calificadoras y diversos analistas es que más allá de la decisión de recortar, se repita el patrón que ha estado vigente desde 2002 y que se termine gastando más.
Ayer, el secretario Meade explicó a los senadores el tamaño del esfuerzo de ajuste requerido. Con los antecedentes, sólo así podemos evitar más problemas futuros en las finanzas públicas, salvo que cambiemos todo el esquema tributario, lo que no va a ocurrir ahora.
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