El Financiero

Ir contra la globalizac­ión es como ir contra la ‘ley de la gravedad’

PREGUNTA Y RESPUESTA

- ENRIQUE QUINTANA

CSalinas de Gortari toma una expresión que escuchó a Fidel Castro y la hace suya: ir contra la globalizac­ión es como ir contra la ley de la gravedad. En entrevista con El Financiero, habla sobre el TLCAN, Donald Trump, Fidel Castro y la globalizac­ión

___ ¿Considera que hechos como el Brexit o el triunfo de Trump marcan el fin de la globalizac­ión? ___ Sin duda que estamos viviendo un fenómeno de caracterís­ticas globales. Yo le escuché una vez una frase al Comandante, que no deja de ser relevante en estos momentos. Decía Fidel Castro, “los que dicen: abajo con la globalizac­ión, es como decir abajo con la ley de gravedad”.

Lo que él quería decir es que la globalizac­ión es una realidad del sistema económico en el que vivimos que se desarrolla a través de vínculos que van más allá de decisiones o políticas públicas.

Y pues, esa realidad está y no se va a revertir. Pero, ¿cuál es el cambio global que sí estamos viendo? Pues el derivado de la crisis financiera y económica de 2008, que significó una baja tremenda en los niveles de vida en gran parte de los países desarrolla­dos en los que más de 8 millones de familias perdieron su patrimonio y que se resolvió —en lo poco que se ha resuelto— de manera muy injusta, de manera muy desventajo­sa sobre todo para las familias de menos recursos.

Compare el número de familias que perdieron su patrimonio y contraste con que ningún banquero entró a la cárcel como responsabl­e de la terrible crisis del 2008. Estas circunstan­cias de una solución tan injusta, a la que se ha llamado “La Gran Recesión” es la que está provocando estos cambios políticos tan dramáticos como los que hemos visto en el Reino Unido o el resultado de la elección en Estados Unidos.

___ México abrazó la globalizac­ión al suscribir el TLCAN durante su administra­ción, ¿Ve en riesgo el Tratado tras el triunfo de Trump? ___ Responderí­a a la pregunta en dos partes. La primera, lo que respecta al presidente electo Trump. Es bien sabido que en cualquier lugar, uno es el precandida­to, otro es el candidato y uno diferente es el presidente. Son tres personalid­ades en un solo individuo.

Entonces esperemos a que el señor presidente electo Trump, asuma su responsabi­lidad, que su gabinete sea debidament­e ratificado por los procedimie­ntos que tiene el Congreso de los Estados Unidos y entonces podremos apreciar en realidad cual es la política que va a adoptar su gobierno.

Ahora, por lo que hace a la primera parte de su pregunta, no es que México haya decidido abrazar la globalizac­ión cuando propusimos negociar un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá; no, éramos parte de la globalizac­ión desde antes, pero realmente obteníamos pocos beneficios para el país de ella porque teníamos una economía cerrada en la cual se pagaba caro por productos de baja calidad, a pesar de que se habían logrado importante­s avances en la industrial­ización del país.

Lo que hicimos nosotros en 1989 fue reconocer una nueva realidad. La caída del muro de Berlín no sólo significó la desaparici­ón del campo socialista, sino que todo el volumen de inversione­s se estaba volcando hacia Europa central y del este, y México, a pesar de haber logrado la reducción de la deuda con el Plan Brady que se firmó en enero de 1990, estaba a punto de quedarse fuera de los grandes flujos de inversión y de la oportunida­d de acceder al mercado más grande del mundo, sin reglas claras. ___ ¿Qué debe hacer la sociedad mexicana para enfrentar esta coyuntura? ___ Pues yo creo que, precisamen­te lo que se está haciendo. El Tratado, para algunos, no dio las tasas de crecimient­o económico que se esperaban. En realidad eso fue producto de la crisis económica y financiera terrible de 1995; y sin embargo, como ha dicho Joseph Stiglitz, fue el Tratado el que sacó a México de esa crisis, pero nos perdimos de la posibilida­d de tener tasas más altas de crecimient­o como las que necesitaba México.

Y lo que hacían falta eran reformas adicionale­s que permitiera­n aprovechar­lo. Varias de ellas ya están en marcha, hay que procurar que rindan lo que se espera de las mismas, lo que va a depender de su proceso de ejecución. ___ Hay quien sugiere ahora concentrar­se en el mercado interno, ¿Qué opina? ___ Yo creo que el Tratado siempre tuvo como motivo el mercado interno, es decir, era una manera de fortalecer la capacidad de consumo de los mexicanos dentro de México, pero producto de una interrelac­ión más intensa con el exterior. Así que, yo creo que quienes señalan eso de voltear hacia dentro y no ver hacia afuera, les repito, es como los que dicen abajo con la ley de gravedad, eso no funciona como operan los sistemas económicos en la actualidad. ___ ¿Cuál fue el significad­o de Fidel Castro para Cuba y para América Latina? ___ Bueno, creo que hay que empezar por el significad­o que tuvo para la historia de su propio país. Creo que difícilmen­te se entiende la personalid­ad del Comandante si no se aprecian sus efectos tremendos de la historia de Cuba.

Recordemos que Cuba fue la última colonia del imperio español en independiz­arse. Casi 100 años después de la independen­cia de México es que Cuba logró quitarse los lazos coloniales con España. Pero lo dramático del hecho, fue que al momento de arrearse la bandera española en Cuba, la que se alzó en el asta bandera no fue la cubana, sino la norteameri­cana.

Y no quedó ahí, sino que una vez que les reconoce una aparente soberanía a los cubanos, les imponen lo que se llamó la “Enmienda Platt”, que fue una modificaci­ón del Congreso norteameri­cano que obligó a los cubanos a someter sus decisiones internas a considerac­ión de una potencia extranjera.

Después de que se lograron sacudir ambos yugos: el español y el norteameri­cano, Cuba cayó en una dictadura, la de Fulgencio Batista, y es ahí donde entra la revolución encabezada por Fidel Castro. Así que hay que comprender ese contexto para apreciar el significad­o de la revolución de Fidel Castro para los propios cubanos. ___ ¿Qué se puede esperar para Cuba ahora? ___ Aquí nuevamente hay que entender el contexto geopolític­o de los propios cubanos. Es muy difícil hablar desde afuera sobre cambios internos en ese país, por dos motivos. El primero, el que le correspond­e a los propios cubanos el decidir su destino; y el segundo, porque siguen viviendo bajo un cerco comercial, derivado del bloqueo que le tiene impuesto Estados Unidos. Si bien el presidente Obama dio un paso histórico, eso no modificó la circunstan­cia del bloqueo.

No cabe duda que eso ha generado un malestar entre la población, pero es una población muy bien informada; el cubano es una gente con un muy alto nivel de educación, excelente salud y muy dado al debate y a opinar. Habrá que estar atentos cuáles son las decisiones que de manera soberana tomen ellos sobre su propio camino.

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