SIMULADORES DE GESTIÓN SON DEMASIADO VIRTUALES
los gerentes en todos los niveles y en las compañías de todos los tamaños.
De hecho, me parece que el mayor peligro en las simulaciones modernas de negocios es que son demasiado virtuales. Como resultado, los juegos en línea corren el grave riesgo de separar aún más a los jefes de la realidad de persona a persona del funcionamiento de un equipo.
Un aprendiz de piloto quien haya jugado solamente juegos de simulación no estaría autorizado a volar un avión solo, ya ni hablar de estar al mando de un avión de pasajeros.
Pero los jefes ejecutivos no probados, sentados frente a sus paneles de datos, puede destruir la compañía desde el primer día.
Permitirles a los gerentes una prueba exenta de riesgos de la gloria de una sala de juntas puede ser útil, por supuesto. Las simulaciones en línea pueden sustituir el trabajo esclavizante que a los pasantes de gestión se les solía someter, llevándolos a un nivel de conocimientos, si no de madurez, que sólo podían alcanzar previamente tras meses de engorroso papeleo.
Karen Valverde, quien está organizando el nuevo reto de Cranfield, dice que las simulaciones “condensan experiencias empresariales y pueden llenar algunos bloques de comprensión” más rápidamente que la lectura de un libro de gestión. Agrega que la investigación muestra que algunas lecciones se mantienen vivas durante más tiempo que las que se imparten en el aula.
En los juegos de gestión de 1970, la computadora era un accesorio para el ingenio de los concursantes, quienes trabajaban sin la ayuda de una red de correo electrónico siempre activa. Las primeras rondas del juego inaugural se jugaban por correo y el FT les prometió a los participantes un “suministro de sobres sellados con dirección” para participar en las primeras rondas.
No hay vuelta atrás. Buena parte de la gestión en el siglo XXI ocurre en línea, utilizando herramientas más potentes que las que pudo haber soñado cualquier director ejecutivo. Felizmente, las simulaciones modernas de negocios ponen mayor énfasis en las habilidades de la gente y a menudo son sólo un vehículo para fomentar la colaboración entre compañeros.
Pero en lugar de sólo usar la realidad virtual o los avatares de gerentes en 3D, los expertos en simulación de negocio deberían seguir el ejemplo análogo de la historia de los juegos de gestión. Hay que separar a los gerentes en ciernes de sus aparatos y dispositivos, darles un montón de sobres sellados con direcciones y mostrarles cómo reconocer las fortalezas y debilidades humanas que hoy a menudo están ocultas tras las pantallas.