¿Hay margen adicional de revaloración del peso?
En lo que va del año, el peso mexicano se ha revalorado sustancialmente frente al dólar. Esto en claro contraste con lo ocurrido en el contexto posterior a la elección presidencial en EU y hasta mediados de enero. En tal periodo, la divisa local llego a tocar niveles históricos récord de debilidad nominal. El peso mexicano se encuentra ya muy cerca de los niveles previos a la elección de EU y la pregunta actual es cuánto más podríamos verla revalorarse en las siguientes semanas. Si bien el tipo de cambio es una de las variables más difíciles de pronosticar, me atrevería a pensar que el espacio de apreciación adicional podría ser ya limitado. Aquí cuatro razones.
Primero, ha sido claro que buena parte de la revaloración del peso en lo que va del año se ha asociado a la moderación de primas de riesgo asociadas a la materialización de escenarios extremos en la nueva relación México-eu. Es decir, los escenarios de ‘cola’ han dado paso a escenarios más moderados en cuanto a proteccionismo comercial y de inversiones.
Segundo, entre diciembre del 2015 y marzo del 2017, el diferencial entre las tasas de política monetaria entre México y EU se ha ensanchado en 275 puntos base (pb). Creo que tal ensanchamiento podría haber llegado ya a su fin, al anticipar que Banxico podría estar cerca de concluir su proceso de alzas tras incrementar en 25pb su tasa de referencia en junio y en septiembre de este año –a la par de la Fed.
Tercero, tomando en cuenta razones técnicas, parecería que el espacio de revaloración del peso ya es reducido. Desde un punto de vista técnico, el peso ya se encontraría en zona de sobrecompra –lo cual suele anteceder a un cambio de dirección en el mercado cambiario.
Cuarto, a juzgar por los últimos sucesos en el ámbito internacional, no podría descartarse un repunte en los riesgos geopolíticos (Siria, Rusia, China, elecciones, etc.). En un entorno así, las monedas emergentes usualmente se debilitan respecto al dólar como reflejo de un fenómeno de vuelo a la calidad en el que los flujos se concentran en “valores de refugio” (usualmente en el mercado estadounidense).
Extracto: lea la versión completa en www.elfinanciero.com.mx
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