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Gana el PRI… por gobernadores corruptos
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Con la detención de Tomás Yarrington, hay seis exgobernadores en la cárcel, cuatro del PRI y dos del PAN; sin duda, esto es un paso adelante a favor de la justicia, pero también una muestra muy clara de que se requieren mayores controles para desincentivar la corrupción y los nexos con el narcotráfico. Además de estos seis exmandatarios ya presos, hay tres más que provienen del PRI, que están prófugos, y otros dos que ya han estado en la cárcel, uno emanado de la alianza PAN-PRD y otro del PRD.
Y han estado involucrados en escándalos de corrupción, o de nexos con el narcotráfico, al menos otros 10 exgobernadores más, de los cuáles siete son priistas, dos son perredistas y uno panista. O sea, tenemos cuatro priistas que han estado en la cárcel, dos más prófugos y siete en medio del escándalo; dos panistas encarcelados, un perredista y uno de la coalición PAN-PRD.
Es así que, con estas cifras, es difícil afirmar que la captura de Tomás Yarrington significa una fiesta que le traerá votos al PRI, a pesar de que se da al inicio de las campañas electorales en el Estado de México, Coahuila, Nayarit y las municipales de Veracruz.
Ya que como consideran algunos priistas, esta detención es un golpe más al tricolor, porque la corrupción se relaciona directamente con el PRI y temen que también se vincule a la marca con la delincuencia organizada.
De la lista de los ya encarcelados iniciemos con el priista Tomás Yarrington, quien fue detenido el domingo en Italia y es acusado de haber recibido sobornos de los cárteles del Golfo y Los Zetas, y de lavado de dinero a través de diversas operaciones inmobiliarias.
Yarrington gobernó Tamaulipas de 1999 a 2005. Posteriormente un gran jurado de Brownsville lo acusó de haber recibido sobornos del Cártel del Golfo durante su mandato, después de que un testigo protegido denunció sus vínculos con el crimen organizado. En México fue en 2012, es decir, ocho años después de que dejó la gubernatura, cuando se emitió la ficha roja en su contra y el año pasado se ofreció una recompensa de 15 millones de pesos a quienes proporcionaran información para su detención. Además, del PRI, están presos los exgobernadores de: –Michoacán. Jesús Reyna, a quien le dictaron auto de formal prisión, por su probable responsabilidad en delitos de delincuencia organizada, en su modalidad de cometer delitos contra la salud, por posibles nexos con la organización delictiva Los Caballeros Templarios.
–Tabasco. Andrés Granier, por el presunto desvío de 2 mil 600 millones de pesos en 2012, último año de su mandato.
–Quintana Roo. Mario Villanueva Madrid, quien cumplió una condena en Estados Unidos por lavado de dinero y en México es acusado de los delitos de delincuencia organizada, asociación delictuosa e intimidación. Del PAN: –Aguascalientes. Luis Armando Reynoso fue sentenciado a seis años y nueve meses de prisión por los delitos de peculado y uso indebido del ejercicio público.
–Sonora. Guillermo Padrés enfrenta dos procesos penales en los que se le imputan siete cargos, cinco de ellos por operaciones con recursos de procedencia ilícita (lavado de dinero), defraudación fiscal y delincuencia organizada.
Los gobernadores priistas prófugos son: César Duarte, de Chihuahua; Javier Duarte, de Veracruz, y Eugenio Hernández, de Tamaulipas. Los que ya estuvieron presos son Pablo Salazar, de Chiapas, quien llegó a la gubernatura por una alianza PAN-PRD, y el perredista Narciso Agúndez, de Baja California Sur. Y los que se han visto envueltos en graves escándalos de corrupción por el PRI son: Roberto Borge, de Quintana Roo; Miguel Alonso Reyes, de Zacatecas; Fausto Vallejo, de Michoacán; Rubén y Humberto Moreira, de Coahuila; Rodrigo Medina, de Nuevo León, y Fidel Herrera, de Veracruz. Por el PRD, Juan Sabines, de Chiapas, y Marcelo Ebrard, del Distrito Federal. En definitiva gana el PRI en esta lista de gobernadores de vergüenza.