COBARDÍA PARALIZA A REPUBLICANOS ANTE TRUMP
de investigar a Michael Flynn, el primer asesor de seguridad nacional del Sr. Trump. Todas son falsas noticias.
No deberíamos de subestimar el poder que el Sr. Trump deriva de estas narrativas alternativas. Cuando las élites expresan su ira con respecto a sus acciones, los seguidores de Trump quedan muy complacidos con su angustia. Si esto significa que tiene que pasarles secretos a los rusos, el día después de despedir al hombre que estaba investigando la presunta colusión de su campaña con los rusos, tanto mejor.
Los académicos lo denominan “partidismo negativo”. Las personas ya no se unen a un partido porque creen en su agenda sino porque odian al partido opositor. Al burlarse de sus oponentes el Sr. Trump está cumpliendo con sus promesas. Es un mandato para el nihilismo.
Esto plantea un terrible dilema para los republicanos. Algunos están esperando hasta las elecciones de mitad de período. El índice de popularidad del Sr. Trump es tan bajo que si las elecciones se llevaran a cabo actualmente los republicanos perderían el control de la Cámara de Representantes, y posiblemente del Senado.
En ese momento, los republicanos comenzarían a abandonar al Sr. Trump. Es muy probable que los demócratas basen su campaña en la promesa de destituirlo. Pero faltan 18 meses para que eso pueda suceder. Otros republicanos quieren aprovechar todo lo que
RECORTE TRIBUTARIO
La mayoría de ellos, como Paul Ryan, el presidente de la Cámara de Representantes, están dispuestos a sufrir la humillación de trabajar con el Sr. Trump si les ofrece una oportunidad de pasar un enorme recorte tributario. Desde el punto de vista del Sr. Ryan, dicho recorte desataría los espíritus animales estadounidenses y restauraría la libertad individual.
Es una postura coherente. Pero el Sr. Trump sigue creando obstáculos para el Sr. Ryan conforme intenta presentar su plan, y aun si puede implementar su reforma tributaria, ¿valdrá la pena el costo de hacerlo? La respuesta es no. Los impuestos suben y bajan. Pero un gran partido no puede borrar la manera en la que respondió en un momento crítico de la historia.
Durante décadas, los republicanos han defendido la seguridad nacional y la fibra moral del liderazgo estadounidense. El Sr. Trump está deshaciendo esos principios descaradamente. No importa lo que piensen los liberales, ni los independientes, los medios o el servicio diplomático estadounidense. Los republicanos son los únicos que tienen el poder para obligar al Sr. Trump a rendir cuentas. Y están ignorando la situación.
Sólo un puñado de los 290 republicanos en el Congreso han pedido un fiscal especial para investigar al Sr. Trump. Yo apuesto que si realizaran un voto secreto, la mayoría apoyaría la idea.
Es posible que más republicanos revelarán su verdadera postura cuando el Sr. Trump seleccione a un nuevo director del FBI. Si nomina a un títere, las repercusiones serán difíciles de contener, al igual que si hay más filtraciones devastadoras de las agencias de inteligencia. Sin embargo, hasta que llegue ese momento, los republicanos se están aferrando a su “trato trumpiano”. Más vale que valgan la pena esos recortes tributarios.