Currículum incluyente: que tod@s aprendan lo que quieren y necesitan
Con la coyuntura nacional del anuncio del nuevo Modelo Educativo (ME), e internacional con el tan mencionado enfoque en el desarrollo de habilidades para la vida, se ha puesto mayor atención a qué y cómo se aprende en las escuelas; a esto le llamamos currículum. Una sociedad enfocada a la inclusión en educación –donde tod@s pueden estar, aprender y participar en la escuela– debe dar a cada persona la oportunidad de cumplir sus distintos y diversos intereses, sueños y pasiones, a través de la educación. Por lo tanto, podemos decir que un currículum es incluyente cuando permite que tod@s aprendan lo que quieren y lo que necesitan.
Actualmente, el currículum de educación básica en México presenta diferentes barreras para lograr ser incluyente. El nuevo Modelo Educativo ha considerado cambios relevantes que podrían resultar en un proceso educativo más incluyente, sin embargo, seguimos identificando un diseño rígido, limitadas posibilidades de adecuación de acuerdo al contexto, y una falta de plan o ruta de implementación que pone en juego el aprendizaje de las niñas, niños y jóvenes. ¿A qué nos referimos con esto? A pesar de que el nuevo Modelo Educativo reconoce la importancia de flexibilizar el diseño curricular, éste seguirá a cargo de la SEP, específicamente de la Dirección General de Desarrollo Curricular, dejando a las escuelas un porcentaje de horas lectivas (que varía de 2 a 27 por semana dependiendo el nivel, tipo de servicio y si es de jornada completa) para aprender lo que quieran… lo que quieran de cinco campos que la SEP ha establecido: profundización de aprendizajes clave; ampliación de las oportunidades para el desarrollo personal y social; nuevos contenidos relevantes; conocimiento de contenidos regionales y locales; e impulso a proyectos de impacto social.
Un ejemplo de los obstáculos para la adecuación curricular es el caso de las barreras para el aprendizaje y la participación (BAP) que experimentan las y los alumnos. Este trabajo continúa a cargo de las Unidades de Servicio de Apoyo a la Educación Regular (USAER –aunque pueden tener distintos nombres a nivel estatal), pero es- tas Unidades sólo llegan a un mínimo de escuelas en las zonas más aventajadas del país, dejando a muchas alumnas y alumnos sin el apoyo necesario para aprender. Por otro lado, la implementación curricular en las aulas está a cargo de las y los docentes, sin embargo, no hay actualmente una ruta definida para formarles en el plan de estudios derivado del nuevo ME. ¿Hasta cuándo niñas y niños van a seguir aprendiendo el currículum anterior? ¿Quiénes serán las y los niños que podrán beneficiarse de lo que, en teoría, este nuevo Modelo traerá? ¿Por qué no se planea para tod@s?