La deuda y la corrupción en los estados
En otros sexenios no se habían atrevido a destapar la cloaca en la que están inmersos los exgobernadores corruptos. Ahora hay más de diez mandatarios estatales que están siendo procesados o se ubican en status de sospechosos por diversos delitos.
Los casos más sonados, por el tamaño de los recursos públicos que desviaron, son Javier Duarte en Veracruz, y Guillermo Padres en Sonora; sin embargo, hay otros que están por caer y que podrían equipararse al nivel de escándalo que tienen estos.
El sistema de alertas que diseñó la SHCP para valorar el rango de endeudamiento de los estados, y que se dará a conocer el próximo 30 de junio, sirve precisamente para detectar en primera instancia los ingresos por préstamos que tienen a la mano los gobernadores y, posteriormente, si esos ingresos se invierten correctamente; además de que estén en los niveles que autorizaron los Congresos locales.
Son tres niveles de aviso que contempla el sistema: endeudamiento elevado, endeudamiento en observación y endeudamiento sostenible.
Según la ley de disciplina financiera, este sistema cerraría la opción de mayor deuda en la medida que se rebasen los techos de endeudamiento.
En este contexto los estados que han crecido su deuda en los últimos años son precisamente: Quintana Roo, Veracruz, Sonora, Coahuila y Chihuahua y, por una extraña y maldita coincidencia, son en esas entidades en donde los gobernadores en funciones se han despachado con la cuchara grande.
El año pasado, de las 32 entidades, 19 incrementaron sus deudas, 12 las redujeron y uno, Tlaxcala, no tiene pasivos contraídos por deuda pública.
Los estados que crecieron más en términos porcentuales el año pasado fueron: Guerrero, Baja California Sur, Sonora, Guanajuato, Michoacán y Estado de México, y aquellos que hacen un gran esfuerzo para sanear y reducir sus deudas fueron: Oaxaca, Nayarit, Querétaro, Aguascalientes, Campeche, Tamaulipas y San Luis Potosí, entre otros.
Ahora las entidades más endeudadas son la Ciudad de México, con 73 mil 374.1 millones de pesos; Nuevo León, Chihuahua, Veracruz y el Estado de México, que en la administración de Eruviel Ávila se disparó hasta los 40 mil 585.6 millones de pesos.
En cambio hay estados que su deuda se mantiene estable o de plano tienen una tendencia a la baja, como es el caso de San Luis Potosí, que su deuda anda en rangos de los 4 mil millones de pesos, de allí se entiende que las agencias de calificación crediticia la mantengan en grado A, que significa que el emisor ofrece seguridad aceptable para el pago oportuno de obligaciones de deuda y mantiene bajo riesgo crediticio.
Sólo Querétaro, Yucatán y San Luis Potosí cumplen desde ahora todos los lineamientos que ha fijado la SHCP para el control de la deuda.
Los estados tienen ciertas obligaciones nuevas bajo la ley de Disciplina Financiera, que debieron incluirse en sus presupuestos de este año. Estas obligaciones incluyen resultados financieros de los últimos cinco años, proyecciones para los siguientes cinco años, estudios actuariales e información sobre prensiones y la creación de un fondo para desastres naturales.
Así como se critica a los gobernadores que no hacen la tarea o de plano son corruptos, también es necesario reconocer a los que se aplican a respetar los mandatos legales y llevan un manejo escrupuloso y honrado de la deuda, y en general de los recursos públicos, como son: Juan Manuel Carreras, de San Luis Potosí; Francisco Domínguez, de Querétaro, y Rolando Zapata, de Yucatán.