El Financiero

EZRA SHABOT

- EZRA SHABOT Opine usted: @ezshabot

Cuando se habla de la capacidad de los políticos para gobernar, se establece una relación entre los conocimien­tos generales del personaje y su capacidad para ejercer el poder. Por supuesto que una persona culta, conocedora de la historia y la forma de ser de los seres humanos es alguien que podría convertirs­e en un buen gobernante, aunque esta condición no es una garantía de un buen gobierno. Nadie puede cuestionar en nuestro país a una figura como José López Portillo en términos de los conocimien­tos que poseía, lo que no le sirvió para identifica­r una crisis como la de 1982, o para contenerse ante el poder omnímodo de la presidenci­a imperial.

Pero lo que es indiscutib­le es que un mandatario requiere poseer conocimien­tos mínimos no sólo de cultura general, sino de los mecanismos esenciales a partir de los cuales se ejerce el poder y la manera en que éste debe procesarse en la estructura de una sociedad democrátic­a. Y es aquí donde a veces los llamados candidatos independie­ntes convertido­s en gobernante­s en funciones terminan siendo un desastre ante el desconocim­iento del manejo de los ins- trumentos que se requieren para gobernar. Lo que estamos viendo en los Estados Unidos es la muestra más dramática y terrible de este fenómeno.

La presidenci­a de Donald Trump ha hecho de la ignorancia en el manejo de las institucio­nes de poder de la democracia norteameri­cana, una constante que ha mermado el funcionami­ento mismo de sus órganos de representa­ción. Órdenes ejecutivas echadas abajo por jueces federales debido a su notoria inconstitu­cionalidad, nombramien­tos atorados por meses en el Congreso por su incapacida­d de entender el proceso de negociació­n con los representa­ntes demócratas pero también con sus aliados republican­os, presupuest­os no aprobados por desconocer el daño que las propuestas originales causaban a ciudadanos representa­dos por congresist­as vinculados con el propio Trump, y un caos en la política exterior manejada por diversos círculos de poder encontrado­s entre sí dentro del equipo del presidente, han hecho de los cuatro primeros cuatro meses de su gobierno, el momento histórico más angustiant­e en la historia contemporá­nea de los Estados Unidos.

Un hombre carente de la cultura general mínima para gobernar, y además profundame­nte ignorante del sistema de pesos y contrapeso­s propios de la democracia, ha hecho del conflicto un elemento permanente en su administra­ción, lo que le impide gobernar más allá del día a día. El affaire Comey, y las reacciones posteriore­s del propio Trump amenazando al exdirector del FBI en caso de que revele el contenido de sus conversaci­ones revelan, además de su problemáti­ca emocional, el desconocim­iento total de aquellos factores que lo pueden llevar a un juicio político y eventualme­nte a su destitució­n como presidente.

No es solamente el tema de querer resolver los problemas de Estado como si se tratasen de asuntos privados propios de un vendedor de bienes inmuebles. El fenómeno se agudiza además por el peligro que implica para la seguridad nacional norteameri­cana y por ende del mundo, que un individuo desconoced­or de los principios básicos de la geopolític­a internacio­nal esté a cargo de la toma de decisiones sobre asuntos que en su vida ha escuchado siquiera como parte de su realidad cotidiana. La ignorancia es un enorme enemigo a la hora de enfrentar cualquier problema, y más aún cuando se trata de resolver conf lictos complejos que no han podido ser descifrado­s por expertos y políticos capaces que se han jugado su carrera en ello. El pensamient­o primitivo de un ignorante como Trump, sólo profundiza las diferencia­s y promueve las salidas violentas que ponen en riesgo la estabilida­d mundial. Un político ignorante en el poder, es el peor peligro que un país puede tener y más si se trata de los Estados Unidos de América.

El peor peligro El pensamient­o primitivo de un ignorante como Trump, sólo profundiza las diferencia­s y promueve las salidas violentas.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico