Cuatro negocios mexicanos que se defienden en Venezuela
Las firmas optaron por ya no invertir allá, pero tampoco pueden salirse tan fácil
En los últimos nueve años salieron de Venezuela empresas como Cemex, Aeroméxico, Metalsa y Gruma por la crisis económica y social en ese país.
Se trata de firmas que vendieron sus operaciones a empresas locales o enfrentaron la expropiación de sus bienes por parte del gobierno local, aunque aún hay cuatro compañías que resisten la crisis.
Coca-cola FEMSA, Mexichem, Grupo Bimbo y Xignux mantienen sus operaciones al mínimo ante la falta de insumos, pues dependen de la materia prima que les vende el gobierno por medio de firmas estatales, además elevan el precio de sus productos -en algunos casos hasta en más de 20 veces- para obtener ganancias.
Venezuela llegó a representar en promedio el 7 por ciento de los ingresos consolidados de estas firmas en 2010. Sin embargo, siete años después el país sudamericano les contribuye con sólo 1.3 por ciento.
Expertos coinciden en que la gran penetración de estas firmas en Venezuela les permite tener un negocio sostenible, es decir, mientras el gobierno les dé acceso a los insumos necesarios para su operación podrán seguir siendo rentables para autoinversión, aunque signifique estar bajo auditorías constantes por parte de las autoridades.
“Las empresas mexicanas no se van por el marco legal de Venezuela, si decidieran hacerlo, no sólo les quitarían los activos, también congelarían sus cuentas en el país, además de recibir multas y cargos extraordinarios por el despido de personal, es una política nacionalista. Por eso esperan ‘la revolución’ que quite a Nicolás Maduro y regrese la paz social”, dijo Joshua Hammerschlag, director del centro de emprendimiento del Tecnológico de Monterrey.
Analistas de Banorte-ixe consideran que los mayores costos de operación en que incurren las empresas -por la escasez de insumos- los trasladan vía precios al consumidor venezolano, quien paga como puede por los productos, ya que las firmas no están dispuestas a subsidiar pérdidas con las ganancias que obtienen en otros mercados como México, Colombia o Brasil.
Coca-cola FEMSA detenta una participación cercana al 70 por ciento en el mercado de refrescos en Venezuela y esto le permite subsistir con reinversiones, a pesar de que su volumen de ventas cayó 75 por ciento en el primer trimestre de 2017, comparado con igual lapso del año pasado.
La firma ha logrado sostener sus ingresos por la hiperinflación en los productos. Este mercado pasó de representar 18 por ciento de sus ingresos y flujo operativo consolidados en 2010 a 2.6 por ciento al primer trimestre de 2017.
“Las condiciones en Venezuela siguen siendo muy complicadas. Aunque los productos de Coca-cola FEMSA ya están disponibles después de haber sido afectados por la escasez de materias primas, el entorno del consumidor sigue siendo muy grave, sólo queda esperar”,
señala Benjamín Theurer, analista de Barclays, en un reporte reciente.
Grupo Bimbo ha sido objeto de vigilancia del gobierno de Venezuela. Medios locales informaron que la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde), en
compañía de la Superintendencia Nacional de Gestión Agroalimentaria (Sunagro), inspecciona con frecuencia a empresas de alimentos básicos para revisar que no escondan alimentos y que en caso de encontrarles una falla de ese tipo, pueden ser multados e incluso sus