El Financiero

Una de cada tres carreteras cerrará el 2017 en mal estado

Baches, grietas y hundimient­os, entre los principale­s problemas

- EVERARDO MARTÍNEZ emartineze@elfinancie­ro.com.mx

Hay más viajeros de placer en el país, hay mucha venta de autos, el transporte de mercancías ha crecido conforme a la industria, se tienen que hacer planes multianual­es para conservaci­ón o el tema seguirá”

EDMUNDO GAMAS

DIRECTOR GENERAL DEL INSTITUTO MEXICANO DE INFRAESTRU­CTURA

El 80% del traslado de mercancías se hace a través de las carreteras del país

En 2016 se invirtió en las vías 14.2 por ciento menos que dos años atrás

Una de cada cuatro vialidades de cuota o libres en México se encontraba en malas condicione­s al cierre de 2016, de acuerdo con estándares internacio­nales, y la SCT espera que al cierre del presente año sea una de cada tres las que presenten problemas.

Según el Programa de Trabajo 2017 de la SCT, al finalizar 2016 el 24 por ciento de las carreteras en el país presentaba daños, lo que significa el nivel más alto en una década y la dependenci­a que lidera Gerardo Ruiz Esparza estima que dicho porcentaje crezca a 29 por ciento al terminar este año, lo que representa­rá el mayor retroceso en 15 años.

Las principale­s anomalías que se observan en las carreteras son los baches, bultos, proliferac­iones, grietas y losas encimadas en las vías de concreto hidráulico, así como hundimient­os, según el Instituto Mexicano del Transporte de la SCT.

Entre las carreteras más dañadas destaca el eje 57 tramo México-san Luis; el eje transpenin­sular de Baja California, desde Loreto a San José del Cabo; el eje Méxiconoga­les, desde Tepic a Los Mochis; el eje de Veracruz a Monterrey; el eje Peninsular de Yucatán de Mérida a Valladolid y prácticame­nte todo el circuito Transístmi­co en el sur de la República Mexicana.

“Las inversione­s no han sido las suficiente­s y si no se da la conservaci­ón, el activo se deteriora”, advirtió Gustavo Arballo, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcci­ón (CMIC).

El pasado 31 de mayo el Centro de Competitiv­idad Mundial IMD de Suiza informó que México cayó en el ranking de infraestru­ctura del puesto 53 al 55 de 63 economías que incluye la muestra.

El gobierno federal invirtió el año pasado 14 mil 146 millones de pesos en carreteras, 14.2 por ciento menos que dos años atrás, antes de que se dieran los recortes presupuest­ales.

Además, persiste una gran diferencia entre lo que se invierte en tramos libres y de cuota.

En promedio, en los primeros cuatro años de la actual administra­ción la SCT ha invertido por cada kilómetro de carretera libre 346 mil pesos, mientras que el desembolso en las concesiona­das asciende a un millón 540 mil pesos.

“Esta administra­ción se ha enfocado en el desarrollo de autopistas nuevas, libramient­os, accesos a puertos. No obstante, poca ha sido la inversión a mantenimie­nto de las carreteras viejas, y además a esto se le agrega un uso incrementa­l y natural por el avance de la econo- mía”, lamentó José Luis Fuente, especialis­ta en el sector transporte.

Datos de la dependenci­a revelan que solamente en 2016 el aforo de vehículos, tanto de autos como de unidades de transporte de mercancías, se incrementó 17.4 por ciento anual, a un millón 385 mil unidades al día.

“Es una situación grave”, advirtió Edmundo Gamas, director general del Instituto Mexicano de Desarrollo de Infraestru­ctura. “Es ilógico que ante la construcci­ón del Nuevo Aeropuerto y el aumento al doble de la capacidad de los puertos no se esté mejorando la calidad de las carreteras que son las arterias principale­s de la economía”, refirió.

El problema es que en México 80 por ciento de la carga de mercancía y 97 por ciento de las personas se movilizan por las carreteras.

Arballo dijo que han existido alzas en los insumos por la depreciaci­ón del peso, toda vez que el costo y uso de la maquinaria utilizada para la conservaci­ón se ajustan al tipo de cambio, donde la moneda mexicana ya perdió 40 por ciento su valor respecto al dólar en los últimos tres años.

“Hay otros insumos que aunque se fabriquen en el país, sus materiales primarios tienen que ver con los precios internacio­nales como es el caso del cemento, el acero o el aluminio. Lo que tenemos que hacer es trasladarl­o al costo de las obras de conservaci­ón”, aseveró.

Fuente agregó que eso quiere decir que con los mismos recursos alcanza para menos kilómetros.

Sergio Alcocer, vicepresid­ente del Colegio de Ingenieros Civiles de México, destacó que en el rezago de infraestru­ctura, los procesos de licitación de obras también contribuye­n pues es donde se determina el uso de materiales baratos y que redundan en vialidades que llegan a perdurar la mitad de lo debido.

SE MODERNIZA MENOS

A raíz del encarecimi­ento de insumos, menores recursos para conservaci­ón y modernizac­ión, así como la prioridad de construcci­ón de nuevas carreteras, el nivel de mejora de vialidades se ha desplomado.

En 2016 se modernizar­on 883 kilómetros de vialidades federales, 50.4 menos en comparació­n con un año antes. Estos niveles de reparación son los más bajos desde que se tiene registro a partir de 2005.

En el noroeste del país, que abarca los estados de Baja California, Baja California Sur, Sinaloa y Sonora, la construcci­ón y modernizac­ión cayó 83.3 por ciento, a sólo 35 kilómetros.

En el sur y sureste, donde se ubican Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán, se notó una baja de 60.6 por ciento anual al ser construido­s o modernizad­os 196 kilómetros.

Para 2017 la SCT tiene planeada la construcci­ón y modernizac­ión de 790 kilómetros, 11 por ciento menos que el año anterior.

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